En el Día Mundial de la Danza, el mejor bailarín de México cumple 30 años

Isaac Hernández reflexiona sobre la edad, la situación de emergencia y su futuro en la danza.

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Isaac Hernández, el bailarín más prestigiado de México, cumple 30 años. (Foto: Reforma).
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Guadalajara.- Isaac Hernández llega hoy a los 30 años. En medio de la pandemia y el aislamiento, el bailarín tapatío, primer mexicano en ganar el Benois de la Danse, considerado el Óscar de la disciplina, ha reflexionado sobre lo que implica llegar a esa edad, en tiempo de incertidumbre en el que las ambiciones, los planes y la capacidad de pensar a futuro están en pausa.

Cuando inició en el mundo de la danza, a los ocho años de edad, en el patio de su casa y bajo el comando de su padre Héctor Hernández, no imaginaba el rumbo que tomaría su vida. A los 12 años decidió irse al extranjero a iniciar su formación y desde entonces ha pisado los escenarios más importantes del mundo del ballet: la Ópera de París y de Roma, el Teatro Mariinsky y el Bolshoi.

A lo largo de 22 años de carrera, con una larga lista de premios y reconocimientos, Hernández ha estado en la alineación de importantes compañías como el San Francisco Ballet, el Ballet Nacional de Holanda y ahora es bailarín principal del Ballet Nacional de Inglaterra.

Simultáneamente ha sido impulsor de la plataforma Despertares Impulsa, con la que se han beneficiado cientos de bailarines y le ha dado forma a la Federación de Industrias Creativas, que busca ser un espacio de apoyo para los talentos mexicanos, pero ahora todo está suspendido y no poder pensar en el futuro genera un sentimiento de ansiedad.

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Desde hace mes y medio ha estado en aislamiento en Londres, a causa de la emergencia sanitaria por el Covid-19. En estos tiempos de desasosiego su refugio ha sido el ballet, aunque hay días buenos y malos, ha decidido no dejar de entrenar diario y seguir mejorando la forma para cuando regrese un poco la normalidad a los escenarios.

¿Cómo llegas a los 30 años?

"Me causa mucha ansiedad la pandemia. Siento que es un momento en el que las ambiciones, los planes, la capacidad de pensar a futuro están en pausa, pero si hago un resumen de mi vida y mi carrera, hasta ahora ha habido cosas extraordinarias, ha habido momentos en los que ha sido decisivo tener valor y voluntad, tener fuerza de carácter y emocional, creo que lo he hecho bien con intenciones que considero buenas, que me han hado satisfacción.

"Me siento orgulloso como un profesional, pero como individuo es difícil ver las cosas tan claramente, porque ha habido muchos altibajos: he sentido que he pasado mucho tiempo solo, que he dejado a un lado mi vida personal para construir muchas cosas, no estoy seguro si ya estoy satisfecho con las conclusiones a las que he llegado a mi situación como persona, pero sí estoy contento, entiendo que nada me hubiera podido advertir lo que venía para mi vida y ahora me estoy tomando el tiempo de ver atrás, de entender por qué pasaron las cosa".

A los 12 años decidiste ir al extranjero a convertirte en bailarín profesional, tomaste decisiones que cambiaron tu vida personal y profesionalmente. ¿Cómo lo ves a la distancia?

"A esa edad empecé a concientizarme sobre el rol que mi carrera podía jugar en mi país y una de las motivaciones era salir adelante junto con mi familia.

Después entendí que lo que estaba logrando me podía dar la oportunidad de llegar a influenciar la vida de otras personas de manera positiva y que lo lógico era que mi experiencia permitieran que la siguiente generación no tuviera que empezar de cero, que tuviera un modelo, un patrón a seguir y que pudiera verse reflejada, identificada, por eso es que tanto de lo que he construido en los últimos años ha sido para el beneficio de la industria, de otras personas, de otros jóvenes, eso es algo que mantiene inspirado y motivado.

"Pero también pesa muchísimo cuando estás teniendo un mal día y te cuestionas si los últimos días, años, han valido la pena dedicárselos a este tipo de proyectos, a construir un nuevo público en México, si quizá hubiera sido mejor haber construido mi vida en donde estaba en ese momento, pero al final reafirmo que lo que importa es dejar una huella de la cual te puedas sentir orgulloso".

¿Esta situación de emergencia han puesto las cosas en perspectiva?

"Es complicado. Hay mucha incertidumbre a futuro y eso me genera ansiedad, no me da la tranquilidad y la paz para ver hacia el futuro.

"Definitivamente las cosas van a cambiar, esto nos ha afectado a todos y en estos momentos no sabemos si vamos a regresar a los teatros, esa es una realidad que hay que empezar a considerar, tal vez se tiene que rehacer el formato de las funciones en vivo y de cómo se consume este tipo de entretenimiento, eso ahora está fuera de mi alcance y de la mayoría de las personas de la industria y con esta ansiedad e incertidumbre me he aferrado al ballet, a la rutina más básica que conozco.

Entiendo la gravedad del asunto no solo por la pandemia, sino por las consecuencias y no lo estoy disfrutando, pero entiendo que estoy en un lugar privilegiado, estoy en una compañía que me ha garantizado mi salario por unos meses; soy afortunado, pero me he sentido muy desbalanceado por no poder planear a futuro, por no poder imaginar los próximos cinco, 10 años".

¿Has pensado en el retiro?

"Antes me lo planteaba cada cinco años, toda la vida pensé en retirarme joven y hacer otras cosas completamente diferentes. Ahora que nos encontramos en este encierro entiendo que probablemente las cosas no van a volver a su normalidad en los próximos cinco años, que se van a vivir muchos cambios y eso me incita a no ponerle una fecha límite a mi carrera, todavía".

¿Cómo vas a festejar tus tres décadas de vida? Lamento decirlo de esa manera, porque a mis papás les va a dar el ataque, pero un amigo me mandó una botella de whisky japonés, probablemente la voy a abrir, también con un pastel de zanahoria como celebrara mi cumpleaños cuando vivía con mis papás, nada más, han sido buenos 30, he tenido mucha suerte y no he desperdiciado mi oportunidad.

 

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