El Bolshoi 'baila' su propia tragedia

Despiden al director general y al bailarín Nikolai Tsiskaridze, tras ataque con ácido al director artístico del ballet.

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Vladimir Urin, director del Teatro Musical Stanislavsky y Nemirovich-Danchenko, reemplazará a Iksanov al frente del Bolshoi. (Agencias)
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Agencias
MOSCÚ, Rusia.- El director general del ballet Bolshoi de Moscú fue despedido el martes tras meses de conflictos internos por un ataque con ácido contra su director artístico que manchó la reputación de una de las compañías de ballet más famosas del mundo.

La salida del director general Anatoly Iksanov se produce pocas semanas después de la de su rival, el bailarín principal Nikolai Tsiskaridze. Ambos gozaban del apoyo de importantes funcionarios y empresarios relacionados con el Kremlin, y sus sucesivos despidos parecen reflejar el gran nivel de intrigas y rencillas en el ballet, según informa Associated Press.

El ministro de Cultura ruso, Vladimir Medinsky, dijo únicamente que Iksanov, de 61 años, quien encabezó el Bolshoi por casi 13 años, fue despedido por "una situación difícil en el teatro".

Medinsky señaló en una conferencia de prensa que Vladimir Urin, el director de la segunda compañía de ballet más importante de Rusia, el Teatro Musical Stanislavsky y Nemirovich-Danchenko, reemplazará a Iksanov.

Ataque con ácido

El Bolshoi ha tenido escándalos por años, pero un conflicto feroz surgió en enero cuando un atacante lanzó ácido en la cara del director artístico Sergei Filin. Tras numerosas cirugías faciales y oculares, Filin continúa en una clínica alemana, donde los médicos están tratando de salvarle la vista. El Bolshoi nombró a un director artístico interino.

Iksanov acusó a Tsiskaridze de crear una atmósfera de discordia que llevó al ataque. El bailarín de 39 años rechazó los señalamientos y dijo que el teatro había caído en la violencia y el crimen bajo la dirección de Iksanov.

Iksanov logró aferrarse a su puesto a pesar de meses de duros ataques de Tsiskaridze. Parecía haber ganado la batalla cuando Tsiskaridze fue despedido después de que su contrato venció el 1 de julio.

La decisión de retirar a ambos hombres parece reflejar la molestia del Kremlin por los conflictos internos que han afectado el prestigio del ballet e incluso del país.

En marzo la policía arrestó al solista Pavel Dmitrichenko bajo sospecha de que estuvo involucrado en el ataque con ácido. Dmitrichenko admitió que había aceptado una oferta de un conocido para atacar a Filin, pero insistió que el hombre que usó el ácido lo hizo por su propia cuenta.

A pesar de la confesión de Dmitrichenko, muchos en el ballet lo han apoyado y afirman que no creen que sea capaz de planear un crimen como ese. Cerca de 300 bailarines e integrantes de la compañía, encabezados por Tsiskaridze, firmaron una carta abierta afirmando que Dmitrichenko se había inculpado bajo coerción.

Dmitrichenko permanece detenido mientras se realiza su juicio.

Grietas en el Bolshoi

El Bolshoi ha sido uno de los más grandes símbolos de los logros artísticos del país desde la era de los zares. Su presupuesto anual es de 120 millones de dólares, 10 veces más que hace una década.

El Bolshoi reabrió en 2011 tras una renovación de 1,000 millones de dólares. Pese a la gran suma de dinero, algunas partes del trabajo fueron de mala calidad. Han aparecido algunas grietas en las paredes y las hojas de oro se están haciendo polvo.

Tsiskaridze acusó a Iksanov de no haber dirigido bien la reconstrucción, de arruinar el repertorio y de violar los derechos de los bailarines. Iksanov y sus simpatizantes han negado las críticas.

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