Agencias
MANHATTAN BEACH, Cal., EU.- Realismo es el ingrediente principal que los productores de la serie The Last Ship quisieron imprimirle a este proyecto.

Steven Kane y Hank Steinberg, productores ejecutivos, se unieron a Michael Bay para contar la historia de la tripulación del destructor USS Nathan James, para lo cual decidieron utilizar desde un barco perteneciente a la Marina estadounidense (el USS Dewey) hasta misiles y armas reales.

De acuerdo con los productores, el realismo con el que manejan esta historia es tal que hasta recurrieron a virólogos y biólogos expertos para poder plasmar la catástrofe mundial que diezma a la población del planeta hasta alcances inimaginables.

“Queríamos que todo fuera lo más real posible, por eso construimos el barco. Los más pequeños detalles hacen la diferencia, como también la manera de hablarse entre los miembros de la tripulación, el saludo al capitán. Queremos una emisión exitosa.

"Hicimos los interiores del barco iguales a los de un barco, como la cabina de despresurización, la sala de descontaminación, la cabina de mando. Usamos muchas locaciones, pero otras tantas tuvimos que improvisar o utilizar efectos especiales.

"En uno de los episodios el equipo va a Guantánamo, obviamente no grabamos en esa locación pero quisimos encontrar algo parecido”, externó en un recorrido por los foros de grabación.

Durante el trayecto por los supuestos laboratorios de la nave, Kane aseguró que también recurrieron a expertos en virus y biología. “Necesitábamos saber cómo se gesta y cómo se puede crear un virus para poder plasmarlo. Recurrimos a expertos para ello, para no incurrir en ningún error.”

Kane señaló que otra aportación de realismo en esta producción es el barco, hecho que ha impactado a los televidentes en Estados Unidos, ya que el programa registra una media de siete millones de televidentes por episodio y ya fue renovado para una segunda temporada.

“Grabamos mucho en San Diego en un barco real. En el USS Dewey queríamos una verdadera nave para hacer los exteriores. Necesitábamos ser muy realistas para mostrar esta parte de la historia.

Michael Bay siempre ha tenido una relación extraordinaria con la Marina de Estados Unidos. No hubiéramos tenido ningún acceso al barco si Michael no hubiera tenido la relación que tiene con ellos. Eso demuestra el nivel de confianza que tienen en él, que vamos a reflejar lo que realmente son.

Quizá lo heroico, pero sin exagerar porque también mostraremos los demonios de los tripulantes, los conflictos entre ellos, como humanos que son, además de las difíciles decisiones que los capitanes a veces tienen que tomar. En general es una manera de mostrar qué haríamos en una situación tan horrible como una pandemia”, añadió.

En la historia, gracias a su posición en el momento oportuno, el buque de guerra estadounidense Nathan James consigue evitar convertirse en víctima de la horrible tragedia, y su tripulación se verá obligada a afrontar que ahora son algunos de los pocos supervivientes que quedan en el mundo. Eric Dane interpreta a Tom Chandler, el autoritario pero siempre justo capitán de la nave.

"Me encanta el aspecto físico de este programa, de hecho me lastimé las rodillas hace unos días, y nunca he pensado en mí como alguien romántico, pero me encanta la acción, es un gran día en el trabajo.

"Nos tuvimos que acostumbrar a muchas cosas, porque las escenas que grabamos sí se realizaron en un barco de verdad, con todos los aditamentos y en algunos momentos en movimiento”, agregó Eric Dane, protagonista de la historia.

La serie, que se estrena el lunes 4 de agosto a las 22:00 horas (10 de la noche) por TNT, está basada en el libro homónimo escrito por William Brinkley, aunque en el original la tripulación se enfrenta a una catástrofe nuclear y no a una pandemia.

Sin embargo, los productores consideraron oportuno introducir la idea de la propagación de un virus, ya que con los avances tecnológicos que existen hoy en día, es más que factible que esto suceda.

El libro se escribió en los 80 y hablaba de una posible guerra nuclear, de la Guerra Fría, así que sólo usamos la premisa que fue un barco, su capitán y sus tripulantes en un escenario apocalíptico.

Cambiamos la guerra nuclear por una pandemia y lo que podría ocurrir. Tomamos del libro el hecho de que están aislados, qué pasa o si se puede unir a un grupo de personas cuando el resto del mundo está colapsado”, agregó Hank Steinberg, otro de los productores.

Los militares han estado presentes en los últimos años, con las tensiones en el Medio Oriente, nos da mucha tela de dónde cortar. Pero los militares siempre han gustado porque están en la historia y tradición norteamericana. Estaba viendo un documental sobre ellos y se me hizo algo fascinante”, agregó Dane.

Según Kane los personajes así como las locaciones y aditamentos son igualmente importantes.

“Cada episodio es único, porque enfrentan distintos conflictos en cada uno. Hay unos cargados de acción, otros no. Unos están más enfocados al laboratorio. Hay retos en todo momento para el equipo.

Esta primera temporada es como una película de diez horas. La única manera en la que puede funcionar es con personajes fuertes”, dijo.

Opinión respaldada con Dane, quien asegura, cualquiera se puede identificar con los personajes por el patriotismo que demuestran.

Este es un programa con el que cualquiera se puede identificar. Salvar el mundo, no es eso, estamos hablando de la preservación y tiene lugar en Estados Unidos y no se trata de decir que somos los únicos que pueden salvar al mundo, son las circunstancias que presentamos”, añadió.