Ivett Salgado/Milenio
MÉXICO, DF.- Los días previos a la muerte de Sigmund Freud serán llevados al escenario del teatro con Fernando Luján en el papel protagónico, quien se prepara para dar vida al médico austriaco, conocido alrededor del mundo como el padre del psicoanálisis.

“Tengo que prepararme con todos mis conocimientos, porque esta obra retoma sus últimos días de vida, cuando tenía cáncer avanzado. Es un personaje precioso de interpretar”, dijo Luján luego de su participación en Letras al aire.

“Debo trabajar mi acento y empaparme de todo su contexto histórico, de la guerra. Es una obra que me emociona, porque también el otro personaje es exquisito, un psicólogo joven que le viene a cuestionar su religión (judía) y su entorno”, añadió.

La puesta en escena será producida por Jorge Ortiz de Pinedo, quien busca al compañero de Freud: “tengo entendido que se lo pidió a Damián Alcázar, un gran actor con quien me gustaría compartir, o también con Daniel Giménez Cacho.

“Quiero un buen actor a mi lado para aprender algo más en esta carrera. Con cualquiera de los dos me encantaría. La ventaja de los buenos actores es que se les puede aprender, a mí no me hacen gracia los actores que juegan con su trabajo”, dijo.

La historia pondrá en escena a dos psicólogos que se confrontan “no solo las cuestiones profesionales, también las personales. Todo es en el consultorio de Freud, no es una obra comercial, pero podría tomar ese corte con dos buenos actores”, agregó.

Luján se unió a la campaña Letras al aire, el domingo, a fin de promover la lectura al aire libre, en el Monumento a la Revolución. A lo largo del día se leyeron fragmentos de textos importantes, entre ellos los de Gabriel García Márquez.

Omar Fierro fue el actor encargado de dar lectura a Algo muy grave va a suceder en este pueblo, texto con el que recordaron parte de su obra literaria, a fin de rendirle un homenaje póstumo en el centro de la Plaza de la República.

Elogiado por García Márquez

Hace 15 años Fernando Luján protagonizó la adaptación cinematográfica que Arturo Ripstein hizo de El coronel no tiene quien le escriba, basada en la novela de Gabriel García Márquez, al respecto, el actor compartió detalles sobre el día que conoció al escritor.

“Tuve la oportunidad de conocerlo en Presidencia, cuando estaba Zedillo, nos invitó y estaba presente Gabo, con su esposa, y Arturo Ripstein. Fue un momento hermoso, porque tuve la oportunidad de platicar con él sobre mi trabajo.

“Al inicio me dijo que el personaje estaba bien, pero que todo el tiempo había imaginado a un hombre más alto, diferente, que no sabía por qué me habían elegido a mí, le contesté lo mismo, pero esa fue elección de Arturo Ripstein”.

En ese momento, el actor recordó que Arturo tuvo una obsesión por su mirada: “que siempre me había imaginado en ese personaje, porque mis ojos tenían un semblante de tristeza, al final, los ojos fue lo que menos me resaltaron por la iluminación”, dijo.

“Gabo era un gran escritor y una bellísima persona, esa fue la única oportunidad que tuve para conocerlo, pero quedé encantado. Memoria de mis putas tristes y Cien años de soledad son los libros que marcaron mi vida”, concluyó el actor.