Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- "Tener algo que decir vale más que la cámara y la técnica”, asegura Fernando Montiel Klint, fotógrafo con más de 20 años de trabajo.

Montiel Klint invita a las nuevas generaciones a enriquecer su trabajo con experiencias significativas, apreciación de diferentes artes y argumentos que le aporten a su discurso visual narrativa. 

En entrevista en el marco del cierre del taller “Fotografía para mentir” que ofreció en la Escuela de Fotografía F2 Estación Visual, destacó que con el auge de esta disciplina la competencia entre los exponentes se ha acentuado, por lo cual quien desee dedicarse a este arte debe lograr imágenes trascendentales.

“La imagen se ha vuelto de consumo masivo, comparación de años pasados, cuando crecimos con la idea de que no se tocaba, ahora se debe tocar, es imagen interactiva, y con la cual nos comunicamos. Antes era el patito feo de las artes y ahora es la vanguardia, porque la consumimos y nos comunicamos a través de la imagen”, explicó.

“Los chicos que se quieran dedicar a esto cada vez se tienen que poner al corriente y tener una cultura visual lo más rica posible, no simplemente viendo fotografía, sino leyendo, viendo exposiciones de pintura, tener experiencias de vida significativas, hambre de querer decir algo, más que la técnica y de la cámara”, apuntó.  

También abundó que parte del perfil del fotógrafo por convicción es el ejercicio profesional con pasión, para vivir, hacer, respirar y soñar fotografía.

“Es importante no autocensurarse, porque a través de los errores  uno puede aprender mucho, hay que reflexionar sobre la imagen, porque no las pasamos practicando y no nos detenemos a evaluarse, habría que preguntarse ¿Por qué y para qué lo están haciendo? En este mundo tan inmediato, tanto visual como de información, es preciso filtrar que sirve y que no”, abundó.

También lanzó una tarea para sus colegas: formar públicos, ya que considera que es labor del autor ofrecer imágenes que provoque una interacción con la foto y no una mirada pasiva. Para este fin aconsejó proponer fotografías que revelen la ideología o postura de su creador, aunque no siempre gusten, pero que inciten a la reflexión.

El taller que ofreció en Mérida fue titulado “Fotografía para mentir” nombre que llama la atención pero que refleja una realidad, aquel que capta una imagen, desde el momento que decide que parte del entorno documenta, manipula la realidad, y en ese sentido no se está contando toda la verdad. 

El Dato

• Este tipo de talleres los ha ofrecido en diferentes ciudades de México y de países como Chile y Colombia, donde comparte su visión de la fotografía, construída a través de más de 20 años de ejercicio profesional.