Loría revelará 'la túnica del Dragón'

El traje del Emperador chino es la pieza culmen de la más reciente colección del artista plástico yucateco que será expuesta en el Macay.

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En 4 metros cuadrados, Loría sintetizará la belleza e importancia del traje.(SIPSE)
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Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.-  La reinterpretación a lápiz de los hilos de oro, seda; los dragones y los simbolismos bordados en la llamada túnica más elaborada de la tierra: el traje del emperador chino, es la pieza culmen que completa la más reciente colección del artista plástico yucateco José Luis Loría, quien en esta obra revela a gran escala los detalles de una vestimenta exclusiva del más alto rango de la Dinastía Qing. 

Jornadas de más de 10 horas de trabajo en su estudio son necesarias para captar la grandeza de los nueve dragones y la vestimenta imperial que completan la serie de 10 cuadros de gran formato, los cuales serán montados en una exposición en el Museo “Fernando García Ponce – Macay”, en fecha por definir, y significan la puerta para el siguiente proceso creativo del próximo trabajo del maestro: “Dragones mayas y aztecas”.

He Baozong, el nombre del pintor en chino que significa “la huella que deja el Jaguar”, representa la trascendencia y fuerza de sus trazos, que en una labor titánica de lucha contra el tiempo y el cansancio físico no dejan de imprimirse en el papel, para rendir homenaje a elementos fundamentales de la cultura china: los dragones, el animal de mayor rango en la jerarquía animal, en alta estima por su dignidad y poder, también presentes en la túnica del Emperador, cuya soberbia comenzaba cuando se ponía su manto nuevo, según expresa un antiguo proverbio chino. 

Los ropajes imperiales de la última Dinastía Qing (1644-1911) confirman la legitimidad de este proverbio.

En entrevista, el maestro compartió datos de su investigación sobre el tema, resultado de su viaje de la misión cultural a la República Popular China en 2015 y explicó que este vestuario era considerado un símbolo de posición para muchas dinastías, por ejemplo elementos como la piel de zorro negro y el color amarillo eran reservados a oficiales de alto rango y miembros de la familia real.

Destacó  que la Dinastía Qing, de la cual hace alusión en su pieza alusiva al traje del Emperador, nació cuando los jinetes Manchu conquistaron en 1644 el imperio chino durante la Dinastía Ming y aceptaron no solamente el avanzado sistema de funcionarios de estado, sino también los ideogramas, los rituales, las costumbres, como también la ideología y  la religión china, pero también conservaron con mucho orgullo la de sus propios ancestros.

En 4 metros cuadrados, Loría sintetizará la belleza e importancia del traje por lo que significaba en materia de autoridad y su elaboración, ya que antes de que a cualquier túnica se le permitiera tocar el cuerpo de un emperador chino de la Dinastía Qing, se requerían dos años y medio de trabajo manual de los sastres de la corte. Para este fin había  una sastrería en el palacio exclusiva para la elaboración de estos ropajes.

La Dinastía Qing nació cuando los jinetes Manchu conquistaron en 1644 el imperio chino 

La vestimenta era fastuosa  y de acuerdo  con sus tradiciones, poseían mangas en forma de herradura y los cuellos eran separados y pesados.  

Abundó que los emperadores tenían un guardarropa que incluía túnicas y mantas para cada ocasión, por ejemplo festejos, ceremonias, ropa para viajar, para el mal tiempo, la nieve, la lluvia y la de uso cotidiano para su vida privada en casa y fuera de ella.

“Los colores eran cuidadosamente seleccionados para perfeccionar el guardarropa imperial.  Los colores especiales reservados solamente para el emperador eran: amarillo brillante, rojo, azul y azul claro.  El color amarillo se reservaba preferiblemente para las celebraciones.  Los otros tres colores  para las ceremonias de sacrificio en los tres templos mayores, eran el azul, en el Templo del Cielo; el rojo, en el Templo del Sol, y el azul claro, en el Templo de la Luna.  Con cada traje, el emperador llevaba fajín y sombrero que combinaban”, agregó.

En la muestra de Loría destaca el traje amarillo con hilos de oro, lleno de adornos artísticos y simbolismos escondidos para la buena suerte y en el que la imagen del dragón domina el atuendo imperial y como elemento importante del sistema filosófico del confucionismo, éste simbolizaba el poder del Emperador. En el traje figuran además nueve dragones, dos en la parte superior, tres en el centro y cuatro en la parte inferior.

Actualmente, el artista continúa con el trabajo creativo para completar la exposición y al mismo tiempo afina los detalles de su próxima exhibición “La Cofradía de los ojos” en la República Popular China,  que forma parte de las actividades culturales por los festejos del décimo aniversario de presencia del Consulado Mexicano en la provincia de Guandong de este país asiático, por invitación del diplomático José Alberto Limas Gutiérrez. 

Esta participación es resultado de un trabajo autogestivo del artista y ha significado una labor intensa de jornadas divididas entre trabajos comisionados y los que pertenecen a la colección de los dragones.

La vestimenta imperial

Dos años y medio de trabajo manual de los sastres de la corte para realizar el traje imperial.

Los diseños y cortes se desarrollaban allí y debían ser aprobados por funcionarios imperiales del más alto rango. 
Luego eran pasados a los que trabajaban la seda. Cuando la tela estaba lista otro artesano la cortaba, se le entregaba a un tercero para coserla y finalmente a los que la bordaban.

Para los bordados se usaban hilos de la más alta calidad, incluso aquellos hechos realmente de oro.  
El emperador empleaba 500 artesanos para el bordado y 40 para los detalles en oro.

Los comúnmente conocidos mantos del dragón tenían dragones bordados con hilo de oro.  

Eran túnicas para celebraciones especiales, el Emperador los usaba solamente en festividades muy importantes.
Un traje ceremonial sencillo se llevaba en fiestas como bodas, días de sacrificio y Año Nuevo.

El traje del Emperador contenía nueve dragones, uno en cada hombro, otro en la espalda y uno cubriendo el centro en la parte de arriba y de abajo de la prenda de vestir; los cuatro restantes decoraban la parte inferior del vestido.

Los mantos del dragón no significaban solamente una ornamentación para el Emperador, se suponía que también traerían buena suerte a la gente.  

Además tenía símbolos de buena suerte:

  • Ri (sol), Yue (luna) y  Xingchen (estrellas), como símbolo de las tres brillantes Fuentes de Luz. 
  • Qunshan (la montaña), simbolizando la protección del territorio imperial en las cuatro direcciones.
  • Huachong (el insecto) comparado con la sabiduría del Emperador.
  • Zngy (copa de vino) representando, honestidad, lealtad y piedad. 
  • Zo (hierbas acuáticas), representando la pureza.
  • Huo (fuego) representando honestidad.
  • Mi (arroz) simbolizando la riqueza, un bordado especial en blanco y negro, símbolo de determinación y coraje, y otro bordado en verde y negro como símbolo de honestidad.

Presencia en televisión

El artista plástico continúa con el trabajo creativo para completar la exposición

El pintor José Luis Loría fue invitado el pasado viernes al programa de televisión matutino Calle 60 de Gala TV Mérida, de Grupo SIPSE, para hablar a detalle de su obra sobre dragones y la cultura china. 

“Los colores eran cuidadosamente seleccionados para perfeccionar el guardarropa imperial.  Los colores especiales reservados.

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