Andrea Aponte/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Después del incidente en el “Coliseo” de Mérida, Yucatán, el pasado 7 de febrero, Luis Miguel decidió pasar unos días en las playas de Cancún. El cantante estuvo hospedado en el hotel “Nizuc Resort & Spa”.

Alrededor de las 17:40 horas arribaron unas camionetas con el equipaje y compras del cantante, entre las que se encontraba un par de bolsas de la marca Baccarat, conocida por fabricar piezas de cristalería para coleccionistas.

Su equipaje llegó en una camioneta de “Maritur DMC”, una compañía que se encarga de hacer los arreglos propios para planear y organizar cualquier destino de la República Mexicana. A las 18:15 horas, aproximadamente, llegó el resto del equipaje, que inmediatamente fue trasladado al jet privado, al mismo tiempo comenzaban a calentar el motor de la aeronave.  Veinte minutos después, un pequeño callejón se convirtió en la puerta de entrada de la lujosa  camioneta Escalade, en color negro que venía rotulada en dorado con el nombre y logo del hotel “Nizuc Resort & Spa”.

Evito a los medios

La camioneta fue escoltada por un pequeño vehículo perteneciente a las instalaciones FBO del aeropuerto, dieron una vuelta por la pista, para que al momento de bajar la puerta de Luis Miguel quedara lo más cercana a la escalera del Jet y así evitar a los medios.

Los problemas comenzaron para  “El Sol”, después de que no acudió a su presentación en el marco de la celebración del segundo aniversario del centro de espectáculos “El Coliseo”, el cual albergaba alrededor de 7 mil personas que estaban a la espera del concierto. Un miembro del personal del recinto, tomó el micrófono y aseguró que el cantante no se presentó porque se encontraba en su habitación en un estado poco conveniente.

Sin embargo, el comunicado de prensa que el cantante emitió el lunes, asegura que no se encontraba en Yucatán el día del concierto, debido a que se tenían fallas técnicas en su aeronave.