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MÉRIDA, Yucatán.- Además de su inmensa labor literaria, Gabriel García Márquez fue un gran impulsor de la producción cinematográfica, al grado que tuvo una participación decisiva como autor, creador y gestor dentro del nuevo cine latinoamericano, afirmó el escritor cubano Senel Paz. 

Anoche, durante el inicio de las actividades de la Muestra de Cine Cubano en Yucatán, el también guionista señaló que la obra del escritor colombiano es la que más acercamiento tiene a ese ámbito, entre los autores latinoamericanos.

“La vida de García Márquez siempre estuvo vinculada al cine, escribió guiones y adaptó guiones de otros creadores. En sus cuentos y relatos vemos una manera de acercarse al séptimo arte”, sostuvo Paz al dictar su conferencia el teatro “Armando Manzanero” de la capital yucateca.  

En su exposición titulada “Gabriel García Márquez, pasión por el cine latinoamericano”, el ponente indicó que uno de los primeros trabajos fílmicos de “Gabo” fue la adaptación que hizo de El gallo de oro, una historia de Juan Rulfo, dirigida por Roberto Gavaldón en 1964. 

Posteriormente, junto con Carlos Fuentes, escribió el guión de Tiempo de morir, cinta a cargo Arturo Ripstein, considerada una de las obras más destacadas del  “nuevo cine mexicano”.

“El escritor colombiano también colaboró en guiones y cuando no hacía trabajo para el cine escribía buena literatura. De esta forma nació El coronel no tiene quien le escriba, que también Arturo Ripstein llevara a la pantalla grande”, mencionó Senel Paz, quien compartió trabajos con el fallecido creador en la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños, Cuba. 

El Dato

• Senel Paz relató algunas anécdotas vividas con el creador de Macondo durante los talleres en la Escuela de San Antonio.  
• El académico isleño tenía en su agenda de hoy una conferencia con Francisco López Sacha, a las 10, en el mismo recinto teatral. 
• El escritor es conocido principalmente por su cuento El bosque, el lobo y el hombre nuevo, por el cual le fue otorgado el Premio Juan Rulfo 2 y que fuera llevado al cine como la película Fresa y chocolate (1994), el único filme cubano nominado al Premio Oscar en la categoría de Mejor Película Extranjera.