Agencias
MIAMI, EU.- Michael Douglas sabe ahora que, a sus 69 años, ser padre tiene sus efectos en el cuerpo: el actor de Wall Street fue visto cojeando y adolorido tras cargar a su hijo Dylan en el Bar Mitzvá del niño el último fin de semana, según informó el sitio web de ANSA latina.

La estrella de Hollywood asistió esta semana a una fiesta donde el productor Jerry Bruckheimer presentó su libro When Lightning Strikes en el Monkey Bar de Los Angeles.

"Me duele todo", dijo el actor al medio de espectáculos Page Six. "No sé adonde quedó mi ingle o mi hernia".

Sentado en una silla gran parte de la noche, Douglas relató que los dolores se deben a que debió cargar a su hijo, de 13 años.

"Tuve que cargar a mi hijo en su Bar Mitzvah el último fin de semana", aclaró. "Creo que algo pasó allí".

Durante la presentación del libro de Bruckheimer, Douglas bromeó afirmando que sus dolores se debían que que debió cargar dos copias del volumen que la publicista Peggy Siegal le entregó.

"Son muy pesadas", dijo.

Douglas tiene planeado ir esta semana a visitar el médico, y lo hará acompañada por su esposa Catherine Zeta-Jones, de quien estuvo separado algunos meses.

La pareja, una de las más mediáticas de Hollywood, está viviendo ahora una segunda oportunidad, y ya están viviendo junto a sus hijos Dylan y Carys (13 y 11 años, respectivamente).

Además, volvieron a mostrarse juntos en actos públicos, como en la 41 edición de la Chaplin Gala Award en Nueva York.

Michael, de 69 años, y Catherine, de 44, se casaron el 18 de noviembre de 2000, y tuvieron dos hijos.

Separación

Pero en agosto de 2013, sorpresivamente, anunciaron su separación, que no duró mucho.

A comienzos de éste año el actor puso en su cuenta de Facebook una serie de fotografías, donde se los veía esquiando en familia, y con rostros felices.

Posteriormente, en febrero, toda la familia asistió al partido de la Super bowl y hace dos semanas se produjo la primera salida pública de la pareja en un estreno teatral de The Library, en Nueva York.

La separación de Douglas y Zeta-Jones se produjo poco después de haber superado unos trances duros en su vida, como el cáncer de lengua que le detectaron a Michael en 2010 y el anuncio de la actriz de que padecía el síndrome bipolar.