Agencias
MOSCU, Rusia.- El tribunal de Berezniki, en la región de Perm, rechazó hoy el pedido excarcelación anticipada de María Aliokhina, una de las tres Pussy Riot condenadas a dos años de prisión por una plegaria "anti-Putin" en la catedral ortodoxa de Moscú, según ANSA latina.

El juez acogió las solicitudes de la representación de la colonia penal y de la fiscalía, contrarios a la excarcelación anticipada de "Masha", quien continúa su huelga de hambre anunciada el miércoles.

El tribunal tomó su decisión a pesar de la abstención del abogado de oficio de Aliokhina, designado después que la detenida había anunciado una huelga de hambre y pidió a sus defensores no participar en la audiencia hasta que no le fuese admitida a ella misma su asistencia.

La abogada de "Masha", Irina Khrunova, anunció que apelará contra una decisión considerada "ilegítima e infundada".

Durante la audiencia, el representante de la colonia penal se opuso a la excarcelación de Aliokhina sosteniendo que había violado conscientemente las reglas de comportamiento de la penitenciaria.

Las autoridades sostienen que María Aliójina muestra mal comportamiento en la prisión

El grupo artístico "Voina", del que formaban parte algunas Pussy Riot, escribió en Twitter que a "Masha" le fueron señalados hechos como no tener la cama en orden, no llevar un pañuelo en la cabeza cuando trabaja con una máquina de coser y de intentar escribir en la hora de almuerzo.

Por otra parte, el ex Beatle Paul McCartney sumó su nombre a la larga lista de estrellas internacional que piden la liberación de las dos Pussy Riot condenadas a dos años de prisión (una tercera fue beneficiada bajo libertad condicional).

El músico envió a las autoridades rusas dos cartas escritas a mano para pedir la liberación de Maria Aliokhina y de Nadezhda Tolokonnikova, según su sitio web.

"Mi convicción personal", dijo, es que si ambas siguen en prisión se "dañará la situación personal y general" de las dos miembros del grupo.

Las cantantes mantienen su inocencia e insisten en que su acción en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú tenía fines políticos y no estaba dirigida contra los creyentes ortodoxos. 

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha respaldado en varias ocasiones la pena de cárcel, mientras el primer ministro, Dmitri Medvédev, considera que las jóvenes ya han pagado con creces su culpa.