Agencias
MÉXICO, D.F.-  La violencia en México y un susto que recibió cuando le dijeron que su esposo no viviría más hicieron que Lila Downs quisiera hablarle a la muerte en su nueva producción, "Balas y chocolate". Pero no de una manera oscura.

"Yo creo que para nada es sombrío este disco", dijo Downs este lunes en una conferencia de prensa en la Ciudad de México. Fuera de "La promesa", señaló, todas las canciones de su noveno álbum "son alegres, son de festejo, son de vámonos con los muertos y vamos a echar cerveza, vamos a tomar un mezcal, vamos a regar tequila cuando yo me muera".

Downs contó que uno de sus primeros contactos con la muerte fue el fallecimiento de su padre, cuando ella tenía 16 años, y que esto le hizo cambiar su forma de ver el mundo, publica The Associated Press.

"Nos da la lección la pelona, pero también peleamos contra ella y le jugamos, la toreamos, pues porque no es justo", dijo.

La cantante sigue con atención y dolor problemas como la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, por lo que incluyó el grito de protesta de los padres de los estudiantes "vivos se los llevaron, vivos los queremos", en el video de "La patria madrina", canción que interpreta a dúo con el astro colombiano Juanes.

"Creo que los 43 representan una ola de violencia que hemos estado muy atentos de esta situación que está ocurriendo en nuestro país, nos afecta más simbólicamente a los jóvenes", expresó Downs. "No me gusta que lleven esa frase de `vivos se los llevaron, vivos los queremos' a una cuestión política, porque yo la primera vez que lo vi lo llevaba en una pancarta un padre, ese era el dolor de un padre, de una madre. Eso no era política".

Sobre su colaboración con Juanes dijo: "He sentido atracción por su música, por lo que él representa también, además de que Colombia y México tenemos mucho en común".

La artista se presentará el jueves en el foro Plaza Condesa de la Ciudad de México y en abril emprenderá una gira por Estados Unidos que la llevará por Austin, Los Angeles y San Francisco, entre otras ciudades.

Lamento y llamado a la acción

No hay que saber español para entender el llanto de Lila Downs. Su versátil voz se transforma en una variedad de instrumentos, con una emoción que trasciende las palabras.

En "Balas y chocolate" (Sony Music), a la venta el martes, la cantautora expresa su indignación y su dolor por lo que acontece en México, su país natal.

Abre el álbum cantando "Estoy tan decepcionada" en "Humito de copal", en la que declara "Soy la voz del que desapareció/Soy la mujer que por su vida peleó".

Los temas de traición, pérdida, muerte y amor se tejen a través de 13 canciones, fortalecidas por la voz única de Downs y sus potentes letras.

La música de múltiples matices tiene resonancias del folklore y de las tradiciones rurales así como variaciones del sofisticado bolero e incluso del jubiloso klezmer judío. La producción es una hermosa mezcla de instrumentos y audioclips que sirven como una vitrina para la voz de Downs, que resalta ya sea en temas operísticos o de rap, con falsetes y contraltos llenos de carácter. Recomiendo usar audífonos para admirar toda la emoción que la artista expresa en "Cuando me tocas".

El rockero colombiano Juanes acompaña a Downs en el primer sencillo del disco, "La patria madrina", un mensaje políticamente cargado en que declara: "Tú eres la Patria de toda mi ilusión/El que no respete, le parto el corazón".

Letras como esa en el resto de esta colección son tanto un lamento como un llamado a la acción.