Agencias
GUADALAJARA, Jal.- Cuando Kate del Castillo aceptó protagonizar K-11, de Jules Stewart, supo que tenía de frente un reto complejo, no solo por el hecho someterse a una transformación física para cada escena, sino también por la investigación que debió seguir a fin de construir un personaje fiel a la realidad.

“Cada actor crea los personajes a su forma y con su técnica, pero para mí era muy importante alejar a Mousey (su papel) de lo caricaturesco, porque se habla de líneas muy delgadas que pueden derivar en algo fuera de la realidad, por eso siempre busqué crear un personaje auténtico”, dijo Kate.

“Desde el inicio me coucheó una mujer maravillosa que es transexual y me contestó todo tipo de preguntas que se me ocurrieron durante el proceso creativo, debo confesar que no fue sencillo, pero tenía muchas ganas de conocer este mundo y de entender esta psicología”, añadió la actriz en entrevista.

K-11 pone en pantalla el drama por el que atraviesa un hombre que busca, a toda costa, convertirse en mujer, “pero la historia va más allá, Mousey es una yonqui que se mete todo tipo de drogas y pasa por situaciones terribles; llega a la cárcel, pero ese es el lugar donde se siente como reina”, dijo.

De acuerdo con Milenio, este tipo de personajes atraen a Kate, pues le representan retos y al mismo tiempo la atemorizan.

“No hago personajes que no me atemoricen y con esta película quise entender el mundo transexual y no es fácil ser testigo de las situaciones extremas por las que pasan para lograr un cambio así". 

“Hablamos de personas que anhelan cambiar su cuerpo. No tiene que ver con que seas gay, tiene que ver con que no vives feliz en el cuerpo que tienes, por eso quieren cambiar o morir; este extremo es sumamente duro y me atrevo a decir que logré comprenderlo”, añadió Kate minutos después de la proyección en el FICG, el sábado.

Como parte de la historia, Mousey busca dinero para lograr su cometido: “No solo vemos la necesidad de la transformación, también lo que hace por lograrlo, porque las operaciones son carísimas; por eso algunos terminan con cirujanos que las matan o inyectándose cosas que las perjudican”, explicó.

A su paso por el festival, la actriz compartió su experiencia durante el rodaje de Los 33, historia dirigida por Patricia Riggen.

"Fue una experiencia increíble, pero muy dura, porque las condiciones del clima nos acabaron". 

“Estábamos en un desierto y padecidos las consecuencias  del calor y la arena, había remolinos de arena impresionantes, las escenas fueron muy difíciles, más porque el tema de la película es muy emocional. Conocí a los mineros y fue una experiencia muy fuerte”, comentó.

Pero no solo el drama forma parte de la vida profesional, la actriz concluyó su participación en la cita animada The Book Of Life, que cuenta con el apoyo de Guillermo del Toro: “Está bien linda porque me tocó interpretar a la Catrina, me encantó por el interés que despierta el tema en México”, dijo.