Milenio digital
LOS ÁNGELES, California.- Aunque será hasta finales de enero cuando la nueva película de Alejandro González Iñárritu, The Revenant (El renacido), llegué a los cines, la premier se llevó a cabo en Los Ángeles, California, y el director y sus protagonistas concedieron una entrevista para hablar sobre este cinta, la cual está basada en la historia real de Hugh Glass, un hombre que sobrevivió las circunstancias más imposibles en el helado norte de los Estados Unidos a principios del siglo XIX.

“Él está hecho de la misma tela que algunos de los más grandes directores de nuestros tiempos”, comentó para Milenio, el actor Leonardo DiCaprio, quien mostró mucho entusiasmo cuando le preguntamos qué era lo que tenía González Iñárritu como realizador que lo distingue tanto de los demás.

“Él tiene una persistencia que es necesaria para hacer algo de esta magnitud. Cada día está luchando por la autenticidad. No va a poner un solo cuadro en esa película que no haya analizado minuciosamente. Es un perfeccionista. Hasta los extremos, pero eso es lo que quiero como actor. Quieres poder meterte por completo en un ambiente, perderte ahí y hacer lo que haces como actor”.

El personaje de Leonardo tiene su némesis, quien es interpretado por Tom Hardy (Mad Max: Fury Road y El caballero de la noche). Fitzgerald es el hombre que no solo lo traiciona de una manera desgarradora, sino que lo deja ante una muerte certera después de sufrir el ataque de un oso. Hardy también cambió hasta la postura de su cuerpo y estaba visiblemente emocionado al hablar de Alejandro G. Iñárritu.

“Creo que él es otro fantástico visionario. Tiene esa energía efusiva que le permite crear algo que tiene en la mente y en el corazón. Y no descansa hasta que ve lo que tiene en su mente ahí en la pantalla. Creo que jamás estará contento, y eso es similar para muchos profesionales. Es esa sed. Es esa necesidad de que las cosas siempre sean mejores. La búsqueda de la excelencia de transmitir su visión a este nivel particularmente alto. Es muy evidente”.

Pero eso no fue todo. Después de casi un año de filmar en las más extremas condiciones climáticas que uno pueda imaginar, tener una buena compañía no es mala idea en absoluto, y esto acotó Hardy: “Además me la paso muy bien con él. Creo que él es muy divertido”.

Nada mal para pasar las más heladas noches de Canadá y Argentina, donde filmaron la cinta.