Agencias
MÉXICO, D.F.- Luego de años de pleitos legales por la manutención de sus hijos, Adriana Lavat y Rafa Márquez al parecer ya llegaron a un acuerdo, en el cual la actriz acepta que éste le baje la pensión, publica Zeleb.com con información de la revista TVyNovelas.

Tras su divorcio en 2008, la expareja ha estado en distintos juicios, pues mientras la actriz le pidió aumentar la pensión que le da, el futbolista la contrademandó para bajar la suma que le otorgaba, argumentando que ya no gana lo mismo como deportista.

De hecho, de acuerdo con el sitio La Opinión, la pensión que le entrega Rafa a su expareja es de 137 mil pesos mensuales, cantidad que ya no le es posible pagar, pues no tiene los ingresos que tenía antes.

Estamos en camino de llegar a un arreglo. Creo que es lo mejor… A veces uno tiene que detenerse y tomar un respiro… Ceder quizá sea una buena decisión, dijó ante los medios Lavat.

Estoy llegando a un acuerdo de cosas que debieron arreglarse tiempo atrás y no puedo creer que estemos cerca del final. Es agotador y doloroso, pero ya estamos en camino de que se acabe, explicó seguidamente.

En una reciente entrevista con la revista People en Español, la actriz comentó que, aunque ha pasado tiempo, no le fue fácil superar el rompimiento con el futbolista, quien actualmente está casado con la modelo Jaydy Michel.

Sí fue un impacto muy fuerte a mi corazón. Fue la ruptura de una familia. Yo me había hecho un esquema de una familia feliz con los papás juntos, con los hijos, los perros, los conejos, los pajaritos. Yo me casé supuestamente para toda la vida, acotó Lavat.

Cuando se rompe así tu película, tu ilusión y estás sola con hijos chiquitos dices: “¿Cómo?”. Sí fue un detonante muy fuerte. Supongo que a raíz de ahí se detonan muchas cosas por la ruptura familiar y quedarte mamá sola, sí con una pensión aunque sube para arriba y para abajo, siguió explicando

Yo respeto a Rafael Márquez como señor porque está casado. Quiero a Rafael Márquez por supuesto, no puedo no quererlo. Yo soy honesta con mi corazón. Yo le tengo cariño. Si le pasara algo me dolería, no sería grato para mi corazón, concluyó.