Faride Cetina/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Desde que tenía 16 años, Victoria Rueda supo lo que quería hacer el resto de su vida: dedicarse al arte. 

Estudió la carrera en diseño de modas y simultáneamente empezó a tomar clases más formales de dibujo y pintura. “El papel, los lápices y crayolas para expresar lo que sentía siempre estuvieron ahí”, mencionó.

Su mayor aprendizaje lo ha adquirido impartiendo clases de artes plásticas, y es justamente su pasión por la pintura y el reto que los alumnos le han puesto cada día, lo que la ha llevado a la cima del éxito personal.

Actualmente, con tres hijos adolescentes tiene su propio espacio para tomar el pincel y dar clases de ilustración y de dibujo.

Influencia paterna

Además de los talleres que ha tomado para perfeccionar su arte, la artista reconoce que fue esencial el impulso e influencia de su padre, quien la llevaba a pintar todos los domingos a los viveros de Coyoacán  en la Ciudad de México, momentos que describe como “muy ricos”.

“El artista pasa por muchas etapas en su vida, y de acuerdo con las circunstancias que se viven, se genera lo que vas produciendo en el momento”, destaca Rueda.

Su trabajo

Actualmente, pasa por una etapa de experimentos de desecho; sin embargo, ha trabajado con acrílico, óleo, acuarelas, vidrio, papel maché, carboncillo y tinta.

En 22 exposiciones individuales y más de 30 colectivas, muchas de ellas realizadas en Cancún, los espectadores han podido disfrutar del fondo marino, bailarines, paisajes, danza y desnudos femeninos.

“La pintura me ha dejado muchos instantes ricos de estar conmigo misma, me ha hecho desconectarme de la rutina diaria para sumergirme en mi mundo interior”, dijo la artista que ya se encuentra planeando su primera exposición de 2015.