Ampliación del Puerto de Altura de Progreso, necesaria para el desarrollo
Debido al bajo calado y ancho del canal de navegación, embarcaciones de nueva generación no pueden ingresar al Puerto de Altura y retrasan el impulso a los sectores turístico y comercial.
Con la visión de avanzar hacia una nueva etapa de competitividad y desarrollo turístico y comercial, el Gobierno impulsa la modernización y ampliación del Puerto de Altura de Progreso, acontecimiento histórico que se buscaba desde hace 10 años y el cual pondrá a Yucatán a la vanguardia en materia de logística portuaria, generando una mayor conectividad con el país y todo el mundo.
El puerto de Progreso ha mantenido un crecimiento en el tráfico portuario desde movimientos de altura, importación, exportación y cabotaje, por lo que requiere una ampliación y modernización, toda vez que el calado oficial de 9.75 metros provoca que este puerto se encuentre desfasado ante la tendencia de la industria de transporte marítimo, por lo que en la actualidad este no puede recibir embarcaciones de nueva generación que son más grandes y de mayor capacidad.
Las labores de ampliación permitirán a la entidad y al puerto contar con un calado más competitivo a nivel mundial para recibir embarcaciones de mayor tamaño; actualmente, pueden ingresar navíos con cargas de 36,000 a 40,000 toneladas, pero con estas mejoras, se logrará llegar a 100,000.
La problemática de Puerto Progreso surge a raíz de los adelantos en la industria del transporte marítimo, que buscan incrementar la capacidad de carga de las embarcaciones para aprovechar las economías de escala en el movimiento de mercancías.
Con la ampliación del Canal de Panamá, la tendencia a utilizar buques de mayor tamaño ha aumentado y continuará incrementándose aumentando sustancialmente, lo que exige puertos comerciales con canales de navegación más profundos, muelles de mayor longitud y áreas operativas más amplias.
La actividad industrial en Yucatán, ha presentado un crecimiento de 2016 a 2021 un promedio anual de 1.5%, ocupando el segundo lugar de entre todas las entidades federativas, muy por encima de la media nacional cuyo valor en esa misma referencia fue un descenso de 1.1%.
De acuerdo con los datos más actualizados, el índice de la industria en Yucatán en noviembre 2022 alcanzó 124.6, mientras que en ese mismo mes de 2021 el valor fue de 118.8, significando un crecimiento de 4.9%.
Dentro de la industria, la manufacturera ha presentado en ese mismo periodo un crecimiento promedio anual de 9.8% de acuerdo al valor de la producción, lo que ubicó a Yucatán en el séptimo lugar nacional entre las entidades. El último valor disponible muestra que de enero 2023 respecto al mismo mes de 2022 muestra un crecimiento de 10.6%.
Un efecto de este crecimiento es el impacto que ha tenido en el empleo formal de Yucatán, logrando un máximo histórico de registro de empleos ante el Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS) en febrero de 2023 con 420,905 personas, significando un incremento de 5.6% respecto al mismo periodo de 2022 y un 3.1% de crecimiento promedio anual de 2016 a 2022, a pesar de la pandemia Covid-19 donde se perdieron más de 25 mil empleos.
Es así que se puede observar que el desarrollo industrial y los empleos siguen creciendo, pero el movimiento de contenedores ha llegado a un valor que no mantiene ese ritmo, que sí se tuvo hasta 2018 con ese incremento porcentual de 115.7% en solo 2 años, pero que en 2019 llegó a 153,319 TEU; 2020, a 148,911 TEU; 2021, a 153,880 TEU, y 2022, con 132,625 TEU, lo que muestra un crecimiento moderado hasta 2021, pero una disminución en 2022, lo que significa un estancamiento a pesar de que la industria de exportación sigue creciendo y por lo tanto, hay mayor producto.
En el tema turístico, los cruceros que arriban ahora cuentan con capacidad para 2,500 viajeros; con las ampliaciones, la cifra aumentará a entre 7,000 y 8,000, por lo que los barcos que hoy llegan a Cozumel, podrán entrar a Puerto Progreso.
Por la baja capacidad de dragado y calado del puerto se han perdido arribos como el de la naviera Carnival que ha perdido 15 frecuencias a Progreso; Royal Caribbean, 40, y MSC Cruises, 44. En total son 99 frecuencias que se han perdido porque el calado de Progreso no es suficiente para los barcos turísticos.
De lograrse la ampliación de 12.50 a 14 metros podrán arribar 52 cruceros adicionales a los que ya se tienen. Podrían llegar a Progreso hoteles flotantes como el Carnival Mardi Gras, con 6,500 pasajeros turistas, más la tripulación; el Oasis Of The Seas, con 6,296; el Allure Of The Seas, con 6,290, y el Norwegian Epic, con 4,100 entre otros.
Autoridades estatales han informado que las grandes navieras han dicho que en el momento que vean que empiece el dragado del puerto de Progreso pueden programar sus arribos para los siguientes dos años.
En los últimos años la dinámica de crecimiento del número de arribos ha encontrado un importante limitante en la capacidad del puerto para recibir barcos de nueva generación, cuyas dimensiones exceden la capacidad del canal de navegación para permitir una entrada y salida segura, aunado a las condiciones naturales y climáticas de nuestra costa.
Lo anterior comienza a limitar la disponibilidad de itinerarios de las grandes navieras, las cuales han comenzado a excluir a Progreso de sus rutas de barcos mayores.
Asimismo, actualmente no se cuenta con las condiciones necesarias para aprovechar nuevas terminales de salida, como es el caso de la nueva terminal de cruceros de Royal Caribbean Cruise Line que se inauguró recientemente en Galveston, Texas, ni aprovechar la posición estratégica del puerto para atraer nuevas inversiones en este segmento.
Actualmente pasan enfrente de nosotros más de 480 cruceros que no entran por la baja profundidad y cuyo mantenimiento y reparación se podría realizar en el astillero de la empresa italiana Fincantieri.
El gobernador Mauricio Vila Dosal y la gigante naval firmaron una carta de intención que contempla diseñar y construir un nuevo astillero de reparación, conversión y mantenimiento de barcos, que incluirá la fabricación de dos muelles de mampostería, los más grandes de América.
La empresa italiana no solamente confirmó que en la primera etapa invertirá 150 millones de dólares, sino que dicha inversión aumenta hasta 220 millones de dólares, lo que significa un parteaguas en del desarrollo económico del puerto y de todo Yucatán.
También se confirmó que estos astilleros de Yucatán tendrán un puerto seco de hasta 400 metros de largo, donde se recibirán grades barcos, en particular cruceros, así como grandes buques portacontenedores y tanqueros que requieren operaciones complejas.
Además, el proyecto contempla una plataforma elevadora para unidades de hasta 150 metros de longitud y aproximadamente 1,000 metros de muelles, grúas, talleres, equipos especiales, oficinas y almacenes.
Esta obra colocará a Yucatán en la mira de las grandes navieras que requerirán sus servicios y además será una fuente generadora de una gran cantidad de empleos, no sólo en su construcción, sino en su posterior puesta en marcha, sobre todo de es pecialistas en ingeniería, construcción, ingeniería naval, diseño y equipamiento, entre otros muchos negocios relacionados que se pueden atraer.
Solamente el astillero, cuando tienen dos barcos en mantenimiento, tiene a 6 mil personas trabajando, y al año generan de carga e insumos 40 mil contenedores.
El proyecto de ampliación consiste en un dragado de cinco millones de metros cúbicos para aumentar la capacidad de las áreas de navegación del puerto.
El canal de navegación pasaría de 150 a 180 metros de ancho y de 7.1 a 10 kilómetros de longitud.
La dársena de ciaboga pasaría de 450 a 600 metros de diámetro, todo a una profundidad de 14 metros y con el material producto del dragado, se realizará el relleno del polígono de hasta 40 hectáreas.
Se cuenta con una autorización ambiental de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para el relleno de la plataforma que será la base del proyecto.
Con estas acciones se podrán manejar mercancías e implementar modelos de negocio que antes no eran posibles, como gas natural o automóviles, y podrán llegar cruceros de mayor tamaño, liberando el potencial de Yucatán para escalar sus sectores: logístico, manufacturero de exportación y turístico.
La disminución de costos logísticos por el aumento del tamaño de las embarcaciones mercantiles, abrirá más oportunidades a empresas locales y a la industria establecida, lo que además se sumará a los atractivos del Estado para atraer nuevas inversiones. Asimismo, se generarán nuevos empleos directos e indirectos durante su construcción y operación, además que una vez listo, permitirá la llegada de más cruceros y de mayor tamaño y, por lo tanto, con mayor número de turistas y la derrama económica que conlleva.
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