Guadalupe Adrián/Mérida
Las tradiciones del Día de Muertos suelen ser de las más llamativas en México, ya que lejos de ser fechas fúnebres, las calles se llenan de “fiesta”, con colores y olores en honor a los fieles difuntos.

Son fechas en las que las personas pueden disfrutar de cerca la fusión entre la cultura prehispánica con la religión católica. Cada lugar tiene su manera única de conmemorar, con altares y flores que celebran la vida después de la muerte.

Respecto a la comida tradicional, los restauranteros yucatecos manifiestan que las ventas se incrementan en un 1.6 por ciento, pero con ingresar en los menús los tradicionales mucbipollos confían en que este año aumente la visita de yucatecos y turistas nacionales y extranjeros a sus locales, ya que este platillo pasó de ser una comida tradicional a un integrante principal en esta época del año.

En estas fechas las familias yucatecas se reúnen a preparar este guiso, pero ante los cambios en los roles, donde papá y mamá deben trabajar todo el día y no tienen tiempo suficiente para elaborarlo, las personas acuden a los restaurantes a comer el pib o los compran para llevarlo a sus casas.

La elaboración del mucbipollo se ha modificado un poco con el tiempo, pero lo que no cambia es que las familias se reúnan en estos días para construir altares, recibir el alma de sus deudos y comer una rebanada de este guiso hecho a base de masa, manteca de cerdo, pollo y puerco, tomate, cebolla, epazote, orégano, achiote, hoja de plátano, chile dulce y xpelón, en algunos lugares todavía se cocina bajo tierra, pero en otros se lleva a hornear a las panaderías.

Este guiso no puede faltar en las mesas de los yucatecos en esta época; un tradicional pib redondo de aproximadamente 30 centímetros de diámetro o en una lata mediana cuesta elaborarlo en casa unos 300 pesos, pero si se compra lo encuentra con costo de entre 500 y 700 pesos, dependiendo del establecimiento y los ingredientes.

En el “Festival del pib”, del pasado domingo en el barrio de San Sebastián, se expusieron las distintas recetas y maneras de preparar este delicioso platillo típico, que no solo puede degustarse durante estas fechas.

La gastronomía de Yucatán es rica en sabores, y en los últimos años la oferta en restaurantes incluye platillos de otros lugares del país y comida yucateca, así como fusión con técnicas e ingredientes no autóctonos, por lo que ahora se puede encontrar pibes de cochinita, relleno negro, mariscos, jamón y queso, entre otras variedades.

La historia, la diversidad en la oferta de los platillos y las costumbres del yucateco son suficiente materia prima para apuntalar a Yucatán en el turismo gastronómico; por lo que la cocina mexicana en su conjunto ha sido declarada patrimonio inmaterial de la humanidad por la Unesco.

Sobre el tema, el alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha, dijo que se tiene que ser muy creativo para promover la ciudad, ya que Mérida pasa un momento muy positivo a nivel internacional.

Recordó que Mérida compite para ser una ciudad creativa en gastronomía declarada por la Unesco, muy pocos lugares tienen este nombramiento, solo 180, y en la categoría de gastronomía, solo 30.

“Estamos en la etapa final de esta valoración, el primer gran paso es que nos aceptaron como candidatos para competir por esta distinción, se requieren muchos meses de investigación y de trabajo para lograrlo. Esa parte ya está concluida y esperamos que para noviembre o diciembre tengamos noticias”, adelantó.

Explicó que la importancia de ser clasificada por la Unesco es que hay un turismo gastronómico internacional que va a las ciudades clasificadas, eso genera una economía importante para la principal industria de la ciudad, que es el turismo.

Ante la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México y también de Proméxico, que eran dos grandes brazos articuladores de la promoción del país, y la reducción o desaparición de Pueblos Mágicos, dijo que hay que ir a buscar ese mercado de manera directa y promover a Mérida de forma más inteligente.