En fechas recientes, la Fiscalía General del Estado de Tabasco dio a conocer el deceso de una familia al interior de un vehículo, esto debido a que tras quedarse sin energía eléctrica y por las altas temperaturas que se registran en el país, los dos adultos y una menor de edad decidieron dormir en el auto que estaba en el garage de su vivienda.

En algún punto de la noche, el motor se detuvo provocando la asfixia de los pasajeros al aspirar el monóxido de carbono que generaba.
A propósito de esta información, las hipótesis al respecto no se hicieron esperar, sin embargo, la causa científica de este hecho se debió a la acumulación de ese monóxido de carbono, uno de los principales peligros de llevar a cabo este tipo de prácticas.

El aumento de niveles de CO es altamente tóxico y venenoso, debido a que compromete la cantidad de oxígeno que llega a la sangre.
Si la cantidad de oxígeno se ve gravemente amenazada, la persona puede entrar en estado de shock, o peor aún, puede ocasionarle muerte súbita.

Si la persona está despierta, notará la falta de oxígeno, bajará el vidrio o quizá descienda del auto. Si está dormida, no necesariamente lo notará.
Los especialistas médicos recomiendan no pasar largos periodos de tiempo al interior de un vehículo motorizado.