MÉRIDA, Yucatán.- Durante las vacaciones de verano, el Museo de Arte Sacro de la Arquidiócesis de Yucatán, ubicado en Conkal, ofrecerá una exposición permanente integrada con más de 100 piezas, que incluyen crucifijos, un solideo de San Juan Pablo II, orfebrería, custodias, ornamentos sagrados, cálices y esculturas.

El director de la galería, Ricardo Ordóñez López, detalló que las piezas datan del siglo XVII al XX. Además, hay una sala especial de los obispos  que cuenta la historia del Arzobispado de Yucatán, con pertenencias de Don Martín Ritcher, Fernando Ruiz Solórzano y Manuel Canto Ruiz, entre otros.

Destacó que esperan que con el periodo vacacional incremente el número de visitantes, pues debido a la pandemia de coronavirus ha disminuido considerablemente debido a que la gente se cuida más; sin embargo, el espacio se sanitiza y limpia todos los días y para el acceso se realizan las medidas correspondientes.

Precisó que en la actualidad registran entre 40 y 50 visitantes a la semana, en su mayoría turismo nacional y algunos extranjeros.

“Con todas las medidas de precaución con motivo de la pandemia, el museo ha seguido funcionando para los visitantes con todos los filtros y todo el cuidado y la sana distancia; hemos recibido donativos y préstamos de piezas de personas que estamos exponiendo; acabamos de recibir un solideo de San Juan Pablo II, es una reliquia donada al museo por el difunto padre Jesús Caballero”, explicó.

Indicó que la semana pasada se expuso un crucifijo de las famosas cruces verdes, con más de 130 años de antigüedad, como préstamo de una familia.

Ordóñez López destacó que muchas de las piezas que se exponen se encontraban bajo resguardo del museo y se van renovando cada determinado tiempo para que los visitantes las conozcan.

Reconoció que reciben pocas donaciones, pues en su mayoría las piezas que tienen están en comodato con las parroquias, que las piden prestadas por un tiempo para exhibir y luego las devuelven.

“Hay personas, particulares, que han accedido con la confianza de que ven que es un lugar donde todo está cuidado y protegido y nos ofrecen porque tienen en sus casas piezas muy bonitas que solo ellos las ven y pues hay personas mayores que piensan que el día que se mueran, sus piezas nadie las va a apreciar ni valorar y prefieren donarlas al museo para que ahí se pueda exponer”, aseveró.

Por último invitó a los ciudadanos locales así como visitantes nacionales y extranjeros a visitar el museo pues es un lugar seguro y sanitizado a diario.

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