MÉRIDA, Yucatán.- Las fuertes lluvias que cayeron a finales del mes de octubre en la zona oriente de la entidad por el paso de la tormenta tropical “Zeta” fueron el “tiro de gracia” para el sector apícola local, cuyos productores atraviesan por un año complicado en el que se prevé que apenas y se pueda alcanzar un 50 por ciento de la producción de miel que se tuvo en años anteriores y que oscilaba entre nueve mil y 10 mil toneladas.

Sobre el tema, la consejera de la Unión de Apicultores de Yucatán, Nelly Ortiz Vázquez, compartió a Novedades Yucatán que las precipitaciones de la semana pasada y de estos días vinieron a completar las afectaciones que dejaron “Cristóbal” en junio pasado, así como “Gamma” y “Delta”, sobre todo en la zona oriente a inicios de este mes.

Indicó que en los municipios y comisarías de esa zona, la caída de ramas y algunos árboles en los caminos que se conectan con los apiarios impidieron el acceso de algunos productores, por lo que apenas esta semana han comenzado a acudir a revisar las colmenas para verificar el estado en el que se encuentran las abejas.

“No hemos podido tener un verdadero recuento de los daños en cuestión de las colmenas, algunos tomaron sus prevenciones como el amarrarlas de forma individual o a las rieles, pero eso no implica que una rama o un árbol pudiera haberle caerle encima y se perdiera parte del inventario apícola”, abundó.

Suministran alimento artificial

La también fundadora de “Abeja Planet” comentó que si algunos apicultores lograron suministrar algún alimento artificial a las abejas antes de las lluvias, eso pudo otorgar una ventaja para que las colmenas pudieran invernar y que las pérdidas no sean mayores como en otras ocasiones anteriores.

Dijo que las tormentas y vientos que trajeron consigo los últimos fenómenos meteorológicos pudieron propiciar una desorganización en las abejas y por lo tanto, puede suscitarse un “enjambrazón”.