MÉRIDA, Yuc.- El proyecto de los Gobiernos federal y estatal de suministrar gas natural a los hogares de Mérida cuenta con 11 meses de retraso, todo ello debido a que los vecinos de los sitios por donde pasará el gasoducto obstruyen la construcción de la red de distribución en las colonias, informó la Secretaría de Fomento Económico y Trabajo (Sefoet) del Gobierno del Estado de Yucatán. 

La infraestructura que se requiere como romper calles, hacer zanjas e introducir los ductos (de poco diámetro) pasa frente a las casas como un troncal del que van derivando las raciones.

Sin embargo, los cronogramas de las empresas distribuidoras son interrumpidos por vecinos que no quieren la construcción de las redes de distribución y cierran calles o estacionan sus coches para obstaculizar, indicó Juan Carlos Vega Milke, subsecretario de energía de la Sefoet. 

Explicó que esta animadversión a veces es por falta de información o por miedo, ya que relacionan esta infraestructura con explosiones y desastres como los ocurridos en otras ciudades, aunque no estén relacionados con este tipo de hidrocarburo. 

El funcionario apuntó que otro factor que ha ralentizado el inicio de las operaciones son los permisos energéticos, la mayoría federales; estos representan un problema, principalmente en el tema de las tarifas, la emisión de las mismas tarifas y su autorización por parte de la Comisión Reguladora de Energía, lo que ha llevado bastante tiempo. 

Arranque de obras

Sobre la fecha de inicio de operaciones, Vega Milke detalló que es muy probable que comience este año, aunque las empresas distribuidoras no han dado el anuncio oficial. 

Actualmente hay dos empresas que brindarán el servicio de distribución doméstica, una es Engie, de origen francés, y Tractebel, de raíces belgas. 

La primera se encuentra cerrando contratos en la zona norte de la ciudad y la segunda cerca de la avenida Canek, también en las colonias Pensiones y El Porvenir con rumbo a Francisco de Montejo. 

Cabe recordar que la empresa Engie anunció que a partir de marzo del 2020 unas 18 mil viviendas del poniente y norte de la capital yucateca contarían con distribución de gas natural para consumo doméstico. 

El anuncio fue hecho por su directora de ventas nacionales, Ana Laura Ludlow Echeverría, quien detalló que los hogares y comercios de la ciudad también contarían con abasto, mediante redes con acometidas, que es un sistema equiparable al de las grandes ciudades del país.

Vecinos rechazan gas natural

Los vecinos manifiestan miedo y rechazo a la instalación de la red del suministro del gas natural para uso doméstico, debido a prejuicios por la falta de socialización de las empresas distribuidoras del gas natural con la población y a la psicosis generada por los eventos trágicos sucedidos en otras ciudades del país y que están relacionadas con los hidrocarburos. 

En un recorrido realizado por las colonias Pensiones y El Porvenir, primeras postuladas para recibir el abasto, la gran mayoría de los habitantes expresaron su descontento por la realización de esas obras en la zona. 

Algunos entrevistados afirman no conocer las características del servicio, sin embargo, la instalación de gasoductos en el subsuelo les resulta atemorizante porque la relacionan con las explosiones de San Juanico, Estado de México, y de Guadalajara, Jalisco. 

El residente de la colonia Pensiones-Chenkú, Santiago Ancona, consideró un peligro la instalación de la red “porque será colocada bajo tierra y por ahí pasa la corriente y podría explotar, así como envenenar el agua”. 

Por su lado, Santiago Santos, residente de El Porvenir, sintetizó en sus comentarios el sentir general de los lugareños hacia el proyecto de abasto del combustible: 

“Es muy riesgoso porque lo he notado en otros estados que lo tienen; se han metido en problemas”, sentenció. 

Explicó que el riesgo no sólo se corre con su predio sino en toda la ciudad, ya que el ducto pasa por varios kilómetros de calles y “si llega a suceder un percance cuántas familias van a perecer”. 

“Aunque no pasara en mi lugar de trabajo, la explosión sería en cadena y a esta se sumarían los cilindros de gas y los tanques estacionarios y luego imagínese la magnitud; por eso me opondría; es la opinión de mucha gente”, aseveró.

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