William Sierra/Mérida
Es importante practicar las obras de misericordia que nos enseñó Jesucristo, experimentándolas primero en nuestros corazones, y reflejarlas en nuestras vidas y en la de los demás, expresó Mons. Rafael Palma Capetillo, obispo auxiliar de Xalapa, durante el programa radiofónico Salvemos una Vida, que se trasmite por AMOR 100.1 de Grupo SIPSE.

Teniendo como conductores a Jorge Barrera y al joven Ángel Pinto Flores, Mons. Palma Capetillo indicó que la misericordia es uno de los principales temas de los que habla el evangelio, “en el que Jesús constantemente nos menciona a su padre celestial”.

“Como el mismo Jesús es un reflejo del Padre, Él es misericordioso con todos nosotros”, enfatizó.

En ese sentido, Mons. Palma Capetillo recordó que el Papa Juan Pablo II, inspirado por el Espíritu Santo en todo lo que realizó en la Iglesia, quiso establecer que el segundo domingo de pascua sea la fiesta de la Divina Misericordia, y teniendo la figura de Cristo revelada a Santa Faustina, en el que de su corazón brota ese signo misericordioso.

En esta fecha igual se pretende recordar aquellos momentos en que Cristo se muestra ante sus apóstoles y les enseña esas llagas, teniendo presente ese amor que nos tiene al morir en la cruz.

“Es decir, ese corazón del que brota la gracia de la misericordia para el mundo entero”, recalcó.

Al comentar al respecto, el conductor Ángel Pinto subrayó la importancia de estas palabras de Mons.Palma Capetillo, pues los jóvenes tienen en ocasiones opiniones contrarias a Dios.

“A veces pensamos solo en un Dios que manda, que castiga, que pone normas, pero es mucho más que eso. Él es amor, misericordia, nos invita acercarnos y nos dice que todo aquello que hicimos es perdonable. Es algo maravilloso”, enfatizó.

El invitado especial recalcó que ese mensaje de Jesucristo es para todos en general.

“El Papa expresó desde un principio, y lo reiteró en el Año de la Misericordia en 2016, que tiene como lema episcopal una frase en latín, por tu misericordia he sido elegido. Toma estas palabras de una traducción del texto del Evangelio, en el que se habla de la elección de Mateo. Lo curioso es que cuando lo entrevistaron al momento de ser pontificado respondió diciendo las palabras de Pedro, porque soy un pecador, como cualquier ser humano, pero por su misericordia, el Señor me eligió y estoy aquí.

“La misericordia del Señor se vive, se proyecta y Él quiso ser testigo de esa misericordia”, manifestó.

Todos los días, comentó, se acostumbra que a las 3 de la tarde se pueda realizar el rosario de la Misericordia, pero se suele celebrar el segundo domingo de pascua.

“La misericordia es un corazón capaz de compadecerse de la otra persona”, recalcó.

Durante el Año de la Misericordia, que el Papa Francisco declaró en 2016, recordando las 14 obras corporales, entre ellas, vestir al desnudo, visitar al encarcelado y otras que son espirituales, orar por los vivos y difuntos. Al concluir subrayó que nunca acabará, pues es el tiempo de Dios.

Aunque las obras de la Misericordia se fomentan más en tiempos como la cuaresma, en realidad, deben de llevarse al cabo todo el año, con amor, paciencia y en el nombre de Dios.

El obispo comentó igual que en el sermón de las bienaventuranzas, Jesús nos habla de esa caridad que debe perdurar en nuestros corazones todo el tiempo.

Al intervenir, Jorge Barrera invitó a las personas a que estos mensajes transmitidos por Mons.Palma Capetillo perduren todo el tiempo en nosotros.

Mons. Palma Capetillo comentó que en el cuadro de la Virgen de Guadalupe, al fijarnos en sus ojos, nos ofrece una mirada tierna, misericordiosa, cumpliéndose en ella las palabras de Cristo “sean misericordiosos como el Padre”.

En la atención a las cárceles u hospitales, indicó, siempre será la oportunidad de experimentar profundamente la misericordia del Señor y resaltó el trabajo que realizan aquellos patronatos como el de la Misericordia de Dios Padre, donde apoyan a los enfermos de VIH, que los hacen sentirse no sólo atendidos, sino también hermanos e hijos.

“La gente del patronato convive con ellos, los hacen sentir parte de su familia. Ese abrazo que le dan es como ese que nos brinda nuestro Padre Misericordioso.

De hecho, Barrera señaló que precisamente esos son los lugares donde más se necesita llevar la misericordia del Señor, aunque para muchos no es tan fácil de hacer, porque no estamos acostumbrados.

En ese sentido, Pinto invitó a que más gente se sume apoyar esas causas, que se involucren en estos actos de misericordia.

A su vez, el prelado recordó que cuando se encontraba en la secundaria, los hermanos Maristas los llevaron varias veces a visitar la cárcel, en ese entonces frente al Centenario, siendo un sitio reducido, incómodo, algunos durmiendo incluso en el suelo. Podían llevarles cigarros.

“En tiempos de Patricio Patrón como gobernador, le permitió al padre Luis Carlos Flores Mateos construir una capilla y éste la llamó la del Divino Preso, explicando que eso se debió a que había ahí un Sagrario empotrado en una columna. Jesús, que todo lo puede, que no puede ser encerrado, que nos ha ganado la libertad, está ahí preso. Está bajo llave, está como cuando estuvo en vísperas de su pasión y muerte, encerrado por nosotros, por el amor que nos tiene y sin embargo, nunca ha dejado de ser libre por excelencia y amoroso. Quiere estar con ustedes, y que ustedes lo visiten”, recordó.

“Me ha tocado oficiar misa ahí en esa capillita, y realizar algunos otros sacramentos. También es un ejemplo para que los presos comiencen a vivir una libertad interior desde ahí para que luego puedan rehacer su vida”, comentó.

“Estas son el tipo de experiencias de la misericordia del Señor que nos hace falta y que cuando se tiene fe, te abre una luz del cielo que nos llena de dicha. La misericordia del Señor nunca nos va abandonar”, concluyó.