Salvemos una vida: Destacan importancia de identificar y atender trastornos

La psicóloga Luciana Quarchioni dice que la pandemia de Covid-19 ha incrementado la incidencia de ansiedad y depresión

|
Estar al pendiente de los cambios de ánimo, pidió Luciana Quarchioni (izq.), invitada del programa conducido por Mary Liz Escalante. (Jorge Acosta/Novedades Yucatán)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

MÉRIDA, Yucatán.- En el programa “Salvemos una vida” de esta semana, que se transmite por Amor 100.1 FM de Grupo SIPSE, Mary Liz Escalante platicó con la psicóloga Luciana Quarchioni, quien abordó el tema: “Consecuencias emocionales de la pandemia en jóvenes y adultos jóvenes”.

“Cuando comenzó la pandemia, nunca pensamos vivir como ahora con las nuevas medidas, como el uso del cubrebocas. Fue algo desconocido que no sabíamos cómo manejarlo, comenzó el incremento de casos y la angustia. De repente bajó, vino un rebrote, volvió a bajar y ahora estamos en otro rebrote. Todo eso nos afecta emocionalmente por todo el subibaja, que sí hay o no vacunas, entonces queremos comentarlo”, mencionó la conductora a la invitada.

La integrante del Colegio de Psicólogos de Yucatán dijo que, efectivamente, la pandemia del Covid-19 vino a quebrar emocionalmente a la población.

“Nadie que esté vivo en este momento, había pasado por algo como esto. Estamos nerviosos, preocupados y con miedo. La parte de no saber qué viene después, es lo que empieza a brotar en nuestro interior, todo eso por supuesto que tiene una connotación emocional”, comentó.

La especialista en salud mental dijo que la pandemia también ha vuelto más vulnerables a las familias.

“Es donde entra la necesidad de apoyo psicológico para asimilar las cosas y ver el panorama con más calma. Si hablamos de los trastornos principales que han surgido a partir de la pandemia son la ansiedad, la depresión y el trastorno obsesivo-compulsivo. Estos son los que más se han detonado en este tiempo”, apuntó.

Ansiedad y trastorno obsesivo-compulsivo

En el caso de la ansiedad, explicó que implica una serie de síntomas físicos entre ellos: nerviosismo, fatiga, sudoración, sensación de mareo, náuseas, dolor estomacal, adormecimiento de pies o manos y mentalmente existe la sensación de no tener la capacidad para enfrentar ciertas situaciones.

“A medida que crecemos, desarrollamos diferentes capacidades para afrontar las cosas. Si no tenemos claro de esa capacidad, el trastorno de ansiedad nos llevará a desarrollar una actitud inactiva porque creeremos que no podemos afrontar los problemas o en este caso lo que ocurre con la pandemia. Entonces, podemos ir aislándonos, perder el gusto por las cosas que antes nos gustaba hacer, comenzamos a dormir mucho. Entonces tenemos que analizar qué tanto nos afecta esto. Hay veces que puede llegar a ser tan intenso que nos llega a paralizar”, detalló.

En el caso del trastorno obsesivo-compulsivo, la psicóloga dijo que hay personas que ante las medidas de prevención recomendadas por las autoridades en materia de higiene, se obsesionan con ello llegando a conductas extremas de cuidado.

“Este trastorno, por ejemplo, en el caso de la pandemia, implica un pensamiento que nos lleva a creer que todo lo que hacemos nos ha ayudado a que no nos pase nada, que nos enfermemos, entonces esa conducta se vuelve repetitiva y hay gente que le echa espray desinfectante a todo, constantemente con el lavado de manos más veces de las recomendadas, etcétera. Entonces ahora con la pandemia, esto se ha visto de manera más normal y cuando termine la emergencia, se notará porque las personas continuarán con las conductas”, puntualizó.

Luciana Quarchioni dijo que quienes padecen este trastorno, aunado a la preocupación que tienen por la presencia del virus por toda la información que circula, se encuentran ausentes en su capacidad de poder ayudar a los demás.

“En el caso de los jóvenes, piensan que si se dice que las personas vulnerables son sus padres o sus abuelos, se sienten culpables por ser parte del problema al estar en peligro de llevar el contagio a sus casas. Entonces se quedan con la idea de que si salen, al regreso van a enfermar a sus padres o abuelos. La carga y el sentimiento de angustia son muy grandes. No son capaces de salir al súper o a realizar alguna compra necesaria para la casa porque tienen ese temor. Viven con el pensamiento de que serán culpables si alguien se contagia y fallece”, destacó.

Por otra parte, en el otro extremo, hay jóvenes que salen indiscriminadamente sin que les importe nada.

“Piensan que tarde o temprano les va a tocar porque conocen de personas que, a pesar de los cuidados, se enfermaron. Entonces pasábamos de la parte de estar encerrados a la parte de salir, socializar, divertirse y sentirse libres al extremo, porque piensan que pueden enfermarse y con ello, estarán solos sin ver a sus amigos o familiares, entonces ya no les importa”, expresó.

La integrante del Colegio de Psicólogos de Yucatán explicó que ciertas conductas como las ya mencionadas, en parte provienen de lo vivido en la infancia y adolescencia.

“El modelo cognitivo conductual que se utiliza para tratar estos trastornos se basa en poder entender por qué no se es capaz de afrontar ciertas situaciones y por qué no se tiene esa fortaleza. Lo que trabajamos en la terapia son esos pensamientos, los identificamos y llevamos a cabo algunos cambios en la conducta. En el caso de la depresión, analizamos qué es lo que siente la persona que perdió (su libertad, su salud, a un familiar, la capacidad para socializar, etcétera). Eso se vuelve una carga para ellos. Entonces, identificamos donde podemos cortar ese círculo para que puedan volver a tener una vida funcional”, detalló la especialista.

“La depresión es algo que se ve mucho en nuestro Estado, ocupa los primeros lugares y con la pandemia se ha incrementado porque las personas perdieron mucho: empleo, estudios, amigos, familiares, etcétera. Estas pérdidas también pueden hacer que las personas desarrollen un trastorno obsesivo-compulsivo porque ahora tendrán la creencia de que no hicieron lo suficiente y eso los llevó a perder. Entonces en la terapia analizamos todo eso para poder superar estos problemas”, enfatizó.

La psicóloga Luciana Quarchioni concluyó mencionando que ante los síntomas descritos que identifican a los trastornos mentales se debe buscar ayuda de profesionales.

“Hay opciones, incluso en el Colegio podemos ayudar con estos problemas. Me pueden contactar enviándome un mensaje al celular 9993-38-14-80 o en la página del Colegio de Psicólogos. Igual estamos apoyando al Ayuntamiento en la atención a estos problemas, pueden llamar a Ayuntatel (999924-40-00)”, finalizó.

Lo más leído

skeleton





skeleton