A pesar de que en el sexenio pasado se incrementó la presencia de los elementos de la Guardia Nacional (GN) en el país, el 80 por ciento de los asuntos (es decir 8 de cada 10 casos) fueron atendidos por las Secretarías de Seguridad Pública de los estados, y Yucatán ha sido un ejemplo a nivel nacional en implementar un modelo que ha perdurado en las últimas tres administraciones, si se considera a la actual.

Lo anterior, se mencionó ayer al presentar datos del documento “(In) Seguridad Pública en México, 2018- 2024, un balance de la gestión en materia de combate a la violencia criminal”, elaborado por México Evalúa (ME). Ahí, se enfatizó que la presencia de la GN no ha sido garantía para reducir la violencia.

De acuerdo con el informe, el sexenio anterior cerró con un total de 196 mil 911 defunciones por homicidio doloso a nivel nacional y, aunque se registró una reducción de 17.3 por ciento de la violencia homicida en el país, el saldo es negativo, pues no sólo existen dudas sobre la consistencia de los datos oficiales, sino que incrementaron otras formas de violencia criminal, así lo mencionó Armando Vargas, coordinador del programa de seguridad de ME.

Pese a este panorama, el también experto en políticas de seguridad señaló que Yucatán es un estado donde se vive una situación diferente, toda vez que, hasta octubre pasado, cerró como el estado con la tasa más baja de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, con un 1.4 por ciento.

“Yucatán registró la tasa promedio más baja, un territorio que ha apostado por la continuidad de las estrategias de seguridad pública basadas en el fortalecimiento policial bajo un liderazgo civil: Luis Felipe Saidén ha permanecido como secretario de Seguridad Pública durante tres administraciones consecutivas desde 2007, y recientemente fue ratificado por el nuevo gobierno, encabezado por Joaquín Díaz Mena”, menciona el documento.

El balance actual, a través del monitoreo que realiza ME cada mes, señala que hasta octubre pasado, Yucatán tenía un “balance medio”, es decir que es una entidad con una tasa inferior al promedio nacional, que registra una tendencia al alza, con datos que provienen de las víctimas en carpetas de investigación, reportadas mensualmente por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp) y las proyecciones de población a mitad de año del Consejo Nacional de Población (Conapo).

Con el 1.4% de tasa de homicidios dolosos, Yucatán se ubicó en el número 32 del ranking de los estados en cuanto a violencia que, visto de otro modo, lo coloca como la entidad más segura, inclusive por arriba de otros estados como Coahuila (segundo lugar), Durango (tercero), Querérato (cuarto) y Baja California Sur (quinto).

“Por el trabajo de campo que hemos realizado en Mérida y en algunos municipios aledaños, la gente en Yucatán ve a la paz y tranquilidad como unos de los bienes públicos que valora, sus grandísimas condiciones de seguridad pública tienen una alta confianza hacia los cuerpos de policiales locales, y esto es entendible porque no ocurrió de la noche a la mañana, si no que el gran modelo de seguridad civil ha perdurado cerca de tres sexenios”, afirmó Armando Vargas.