Novedades Yucatán/MÉRIDA
Importantes templos yucatecos y el antiguo arte sacro que resguardan están en riesgo de perderse, porque llevan muchos años sin recibir trabajo de rescate y mantenimiento, como sucede con la Iglesia de Monjas de Mérida, que ya se encuentra en malas condiciones, señaló el arqueólogo y expedicionario Sergio Grosjean Abimerhi.

“Ya reportamos muchas veces que ese edificio (Monjas), sin duda una obra patrimonial importante, está ya en muy malas condiciones y requiere urgentemente de una intervención de rescate, pero hasta ahora no se ha hecho nada”, comentó.

Apenas en octubre pasado, añadió, se dio a conocer que el templo localizado en la comunidad de Nabalam, del municipio de Temozón, se colapsó, y por fortuna no había feligreses en ese momento, ya que al templo aún está en uso.

Otro caso grave es el de Samahil, continuó, donde ya se empezaron a caer varios pedazos del techo y hasta ahora no se ha iniciado un programa de rescate de esa estructura.

Daños en el templo de Monjas. (Novedades Yucatán)

También, dijo, está el templo del municipio de Umán, el cual tiene elementos góticos en su estructura, aunque es una de las muchas obras inconclusas que hay en territorio yucateco, que no llegaron a terminarse por diversos factores.

En ese sentido, indicó que existen vacíos legales que no dejan en claro si son las organizaciones de culto las responsables de darle mantenimiento a muchos de esos sitios que son patrimonio de la nación, pero en todo caso, esa labor tendría que ser supervisada por el INAH, que también tiene la responsabilidad de cuidar el patrimonio histórico.

“Nosotros le hemos advertido a la Arquidiócesis de Yucatán y al INAH de ese y otros casos que hemos visto en municipios del interior del Estado, donde la falta de mantenimiento representa un riesgo para la integridad de edificios y las obras de arte que resguardan”, aseveró Grosjean Abimerhi.

Sin embargo, apuntó, hasta ahora ninguna autoridad se ha hecho responsable y ha tomado acción para evitar que este referente histórico y cultural de la entidad se pierda o que haya una tragedia, pues muchos de esos lugares aún son usados para labores de culto.