PROGRESO, Yucatán.- Se esperan mayores índices de delincuencia en Progreso y diversos puertos del Estado, ante la caída general de la pesca a causa del comienzo del mes de marzo y el inicio de la prohibición en captura de langosta.

De cara al mes más complicado de la veda en el Estado, debido a que en marzo las tres pesquerías más importantes de Yucatán se encontrarían cerradas, el sector social y empresarial pesquero estima un aumento en la inactividad de embarcaciones y por lo tanto un incremento en el desempleo de los hombres de mar, lo que podría traducirse en mayores condiciones de inseguridad en los municipios costeros y sus alrededores, debido a la fuerte crisis que atraviesan las familias que dependen de la actividad.

De esta manera de acuerdo con Enrique Sánchez Sánchez, titular de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera y Acuícola (Canainpesca), el sector pesquero necesita una solución a los problemas que enfrenta, esto a través de la exploración y apertura de nuevas pesquerías, principalmente durante el periodo de vedas.

Explicó los apoyos ofrecidos por los gobiernos estatal y federal, con los programas “Yo sí respeto la veda del mero” y el Bienpesca, solo funcionan como paliativos y no resuelven los problemas de fondo que implica esta situación, ya que con la apertura de oportunidades en la captura de otras especies, se reduciría el desempleo en este periodo.

Pescadores “en jaque”

La veda de la langosta, que inicia este 1 de marzo, hará aún más difícil la situación de los pescadores yucatecos, ya que más barcos no tendrán actividad y por tanto, varios hombres de mar se quedarán sin empleo, advirtieron ribereños.

La langosta es un producto aprovechado por un importante número de embarcaciones en el Estado, al tratarse de la tercera pesquería legal, solo por detrás del mero y el pulpo, estas últimas especies actualmente en veda.

La Canainpesca dio a conocer que de acuerdo con sus estadísticas, este periodo de captura 2020-2021 para la langosta culminará con niveles similares a los del año anterior, en el ciclo 2019-2020.

Desafortunadamente, la caída de los precios por la baja demanda del producto a causa de la contingencia sanitaria por el coronavirus, provocó que el impacto económico continuara siendo negativo para esta especie.

Según se explicó, el mercado meta de este producto, a diferencia del mero o el pulpo, es nacional, siendo el principal consumidor de la langosta Quintana Roo, sobre todo para la zona de Cancún y Riviera Maya, por la alta demanda del sector turístico.

Sin embargo, con el cierre de hoteles y restaurantes por la pandemia, y las difíciles condiciones que enfrentó la zona, las ventas y el precio del producto se desplomaron.

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