Han transcurrido 14 años desde la desaparición de Roy Rivera, un joven universitario que fue secuestrado en medio de la ola de violencia que asolaba Nuevo León, derivada de la narcoguerra.

El 11 de enero de 2011, cuando apenas tenía 18 años, un grupo de hombres armados con chalecos de la Policía de Escobedo irrumpió en su hogar en San Nicolás y se lo llevó, sin dejar rastro alguno. Desde ese día, su paradero sigue siendo un misterio.

Su madre, Leticia Hidalgo, no ha cesado en su lucha por encontrarlo. Fundó el colectivo Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León (Fundenl), que se ha convertido en un faro de esperanza para miles de familias que, como ella, buscan justicia.

En su esfuerzo por mantener vivo el caso, Fundenl emitió un comunicado recordando el secuestro de Roy y pidiendo a las nuevas generaciones que conozcan su historia.

"Hoy les hablamos de Roy, nos dirigimos a las generaciones más jóvenes, quienes eran bebés o niños en 2011, para que lo conozcan, y a la ciudadanía para que sigamos exigiendo su búsqueda", destacó el colectivo en su mensaje.

La lucha por Roy Rivera sigue viva tras 14 años de desaparición

Además, expresaron su compromiso de continuar la lucha por la localización de Roy a través de los juzgados, sin descanso, hasta que todas las autoridades responsables de estas desapariciones rindan cuentas por su inacción.

El caso de Roy refleja la grave crisis de desapariciones forzadas que enfrenta Nuevo León, donde existen 6,755 personas desaparecidas. A nivel nacional, el número asciende a más de 120,000, según datos oficiales.

Esta tragedia pone en evidencia la urgente necesidad de justicia y de que las futuras generaciones comprendan la magnitud de este problema.

Con información de Reforma