El ocaso de un paraíso en el Pacífico mexicano
Un informe revela que desde hace más de 30 años no ha renovado su infraestructura y nunca ha lanzado nuevos proyectos y productos.
Roberto Valadez/Milenio
MÉXICO, D.F.- A más de un año de la evaluación que la Secretaría de Turismo (Sectur) hizo sobre Acapulco, el escenario es claro: desde los años 70 el destino no renovó su infraestructura y nunca lanzó nuevos proyectos y productos, lo cual ocasionó que ahora requiera una inversión de seis mil 211 millones de pesos.
A esa conclusión llegó la dependencia en el estudio “Agenda de competitividad”, y enmarcará la realización, esta semana, de la 78 Convención Bancaria y, la próxima, del Tianguis Turístico.
El estudio, del cual Milenio tiene una copia, refiere que Acapulco sufre destrucción del entorno turístico, falta de planeación, problemas sociales, inseguridad y baja afluencia de viajeros internacionales.
El escenario de la inyección potencial de recursos que necesita Acapulco se encuentra sobre un contexto complicado, ya que la Sectur encontró que ante todos los problemas, “la inversión en infraestructura turística ha quedado estancada por más de 30 años”.
La dependencia señala, en el documento, que la inyección de seis mil 211 millones de pesos es necesaria para realizar obras básicas, como la construcción de plantas tratadoras de agua y el fortalecimiento de su sistema de drenaje, hasta más específicas, como pavimentación de accesos a playas o edificaciones para nuevos productos, entre ellos un museo para niños, auditorios al aire libre y planetarios.
La inversión que requiere el puerto para elevar su competitividad es similar al monto del Programa Nacional de Infraestructura para regenerar 16 playas turísticas erosionadas en ocho estados del país.
Ante este escenario fue que la dependencia, durante la administración panista de Gloria Guevara Manzo, decidió sacar el Tianguis Turístico de Acapulco para hacer por tres años consecutivos en destinos diferentes, como Puerto Vallarta-Riviera, Puebla y Cancún.
Otro punto de atención que la dependencia encontró en el estudio es el centro recreativo de Caleta y Caletilla, donde se propone la edificación, dentro de las instalaciones del parque Papagayo, de un centro comercial de arte, un recinto para espectáculos, un complejo internacional de cine y un pabellón gastronómico.
En el estudio, la Sectur recomienda la creación del museo marino interactivo, con una inversión de 460 millones de pesos, ya que implica la construcción de salas multimedia de robótica y animaciones, un pasaje submarino, un muelle para embarcaciones y una alberca flotante.
El atraso de Acapulco es culpa de todos los órdenes de gobierno —municipal, estatal y federal— e incluso de la iniciativa privada, afirmó Manuel Valencia, director de los programas académicos de licenciatura en negocios internacionales del Tecnológico de Monterrey.
60 años en riesgo
“El escenario en Acapulco refleja la mala estrategia y el mal desarrollo de todos. Echaron a perder un desarrollo turístico que tomó 60 años tener”, mencionó el especialista.
En la Agenda de Competitividad del destino, desarrollada por la Sectur y la Universidad Autonóma de Guerrero, se indica que el atraso en el destino ha ocasionado que solo se ocupe 23 por ciento del litoral de playas que tienen vocación turística.
La falta de inversión en el destino también ha ocasionado el cierre de embotelladoras de refrescos, pasteurizadoras de leche, fábricas de cemento, hielo y jabón, y plantas de electricidad, así como problemas en la industria aceitera, señala la dependencia.
“En el municipio de Acapulco la industria no ha tenido un desarrollo dinámico, debido fundamentalmente a la falta de orientación de inversiones, lo que ha dado lugar a la existencia de pequeños establecimientos, a nivel artesanal, como platerías, talleres de costura, herrerías, carpinterías, elaboración de rebozos, ropa típica y artículos de palma, entre otros, además de un reducido número de maquiladoras de prendas de vestir para exportación”, indica.
Para la zona de Puerto Marqués la Sectur identifica que debe realizarse el dragado de la playa Majahua (100 millones de pesos), lo que ayudará a resolver las afectaciones que originó la construcción del muelle; asimismo, se tiene que edificar una planta tratadora de aguas negras para reducir la contaminación de la Laguna Negra.
En el caso de Barra Vieja, dentro del estudio se vislumbra el fortalecimiento del sistema de drenaje (100 millones de pesos) para evitar inundaciones y dar solución al problema ambiental; para la diversificación del producto se plantea la construcción de un cocodrilario, con una inversión de un millón y medio de pesos.
La zona dorada de Acapulco tiene otros proyectos, como la rehabilitación de accesos a la playa desde la colonia Icacos hasta el Zócalo (20 millones de pesos), además de adquirir autobuses ejecutivos para diversificar la oferta de productos.
Pese al estudio de la Sectur, Manuel Valencia, especialista del Tecnológico de Monterrey, indicó que no prevé una recuperación de Acapulco para los próximos años, ya que persiste la falta de coordinación entre el gobierno y las empresas turísticas y de otras ramas.
“Desgraciadamente no va a lograr salir en este decenio; no creo que alcance a recuperarse, porque ni siquiera se ve el potencial del empresario, de la gente, por llevarlo a ser internacional. Se va a quedar como un destino popular y local”, concluyó.