Rubén Mosso/Milenio
MÉXICO, D.F.- La presunta complacencia y apoyo que recibían de presidentes municipales en Guerrero permitió que líderes del cártel de La Familia michoacana pudieran obtener diversas propiedades que les quitaron a habitantes de la región, e incluso con el mismo dinero de las alcaldías, los narcotraficantes ordenaban construir sus represas.

Lo anterior se desprende de la ampliación de declaración que rindió el jefe máximo de Guerreros Unidos, Sidronio Casarrubias Salgado, El Chino, quien implicó al empresario argentino Carlos Ahumada con La Familia.

Milenio tuvo acceso a la ampliación de declaración sin testar que El Chino realizó el 18 de octubre de 2014, ante el agente del Ministerio Público federal, donde afirmó que Santana Ríos Baena, El Melonero, operador financiero de La Familia michoacana , quien es nativo de Río Sayulapa, ordenó hacer su propia represa con el dinero del municipio de Teloloapan.

“…para ello (El Melonero) le exigió al presidente municipal de Teloloapan, de apellido Valladares, millones de pesos para construir la represa, que usa para sus propias tierras, las cuales les quitó a muchas personas; asimismo se dedica al secuestro. Además, Santana es compadre de Bernardo Lagunas Contreras, quien tiene dos hermanos en la política, uno en Teloloapan y el otro en (la delegación) Azcapotzalco (en el Distrito Federal), quien tiene contacto directamente con el presidente Francisco Valladares”, dijo.

Sidronio Casarrubias confesó al MP federal el nombre de más personas que supuestamente guardan relación con el crimen organizado en otras entidades del país y que eran sus enemigos.

“Como ya referí, Armando Hernández Hernández (o Héctor) Sergio García, El Player o El Playeras, es miembro de Los Zetas;  primero fue (del) Golfo, luego (de la) Familia michoacana y ahora él manda a la policía municipal de León, Guanajuato, ya que les paga para que los deje llevar a cabo sus actividades delictivas…

“Asimismo, protegen a Omar Cuenca Marino (líder de Los Rojos); también Omar Cuenca Marino tiene todo el trasiego de la droga por lo que respecta al estado de Guerrero, la organización tenía contacto con las personas que ya referí siendo que nuestros rivales Los Rojos cuentan con el apoyo de Los Zetas por medio de El Player y de gente de la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero, del secretario de Seguridad Pública, Leobardo Leonardo Vázquez Pérez, quien es compadre de Omar Cuenca Marino…

“El apoyo por parte del secretario de Seguridad Publica consiste en brindar seguridad y protección para el traslado de la droga de la sierra; El Secretario, a órdenes de Omar Cuenca Marino, tiene el mando sobre toda la policía de Guerrero, incluso a la Marina, PFP, pero no podía con la policía municipal de Iguala; Valladares tenía el poder de irse desde Iguala hasta Carrizalillo, Taxco, Pilcaya, les ayuda además a bajar toda la coche o la goma, avisa de operativos federales, los detiene, más aún, les ayuda a bajar el trabajo”, puntualizó.

Caso Iguala

En esa misma declaración, el jefe máximo de Guerreros Unidos dijo que el director de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, José Luis Hernández Rivera, el ex secretario de Seguridad Pública y el ex procurador de Guerrero, guardan relación con el grupo de Los Rojos.

“Respecto de los hechos recientes de Iguala, la realidad es que el director de la escuela de Ayotzinapa, lo que puede manifestar es lo siguiente: el reporte que recibo por parte del capitán del municipio en este caso (de Gildardo López Astudillo) El Gil, es que de las personas aseguradas de los supuestos estudiantes algunos eran Rojos… Valladares les marca el alto y les disparan, además los infiltrados ya tenían tres cuerpos para calentar la plaza, pero en medio del enfrentamiento al parecer sí quedaron estudiantes, y que eran como 17 personas a las que (se) aseguraron porque ellos sí eran Rojos.

“Luego me dijo Gil que ya sabían todo, que había dos o tres policías (de) Pilcaya, que era gente de El Carrete, y también gente de Omar y que habían pagado al jefe de policía y al procurador Iñaqui Blanco y a Leobardo Vazquez Pérez, a quienes les dieron 300 mil dólares, y dijo que todos Los Rojos ya se habían ido al agua… o sea que los habían aventado  al río (Cocula)  y que los habían quemado…”

De acuerdo con la declaración  de Sidronio, otro integrante de su organización, Juan Salgado, El Indio, quien es su primo, le reportó que los ejecutados en el basurero de Cocula no eran estudiantes, sino que se trataba de Rojos que iban uniformados.