Isabella González y Claudia Guerrero

MÉXICO.- Ante la imposibilidad de una celebración multitudinaria, el presidente encabezó la ceremonia del Grito por los 210 años de Independencia ante un Zócalo lleno de símbolos.

Arropado con un espectáculo de luz, sonido y pirotecnia, el mandatario dedicó la arenga a la igualdad, al amor al prójimo y a la esperanza en el porvenir.

De la tradición, solo quedaron los nombres de los héroes históricos, incluida la recién homenajeada por la 4T, Leona Vicario.

En la plancha del Zócalo se apreciaba la silueta de la República, la Antorcha del Pípila, un pebetero gigante encendido y la frase iluminada: la llama de la esperanza. Mientras que la iluminación de los edificios históricos lució a su máxima capacidad.

Silencio en memoria de los fallecidos por Covid

Por primera vez, la ceremonia arrancó con un toque de silencio en memoria de los más de 71 mil muertos por la pandemia de Covid-19.

Acompañaron al mandatario y su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, en el primer balcón la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum; la titular de la Segob, Olga Sánchez Cordero, y el canciller Marcelo Ebrard.

En otro balcón estaban los integrantes del gabinete de seguridad nacional, y en uno más el consejero jurídico, Julio Scherer; y el jefe de la oficina de presidencia, Alfonso Romo.

También acudieron los titulares de Hacienda, Arturo Herrera; y Función Pública, Irma Eréndira, acompañada por su esposo, John Ackerman. Mientras que los ausentes fueron los representantes de los poderes Legislativo y Judicial.