Milenio
CIUDAD DE MÉXICO.- La detención del ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, es un acto de justicia, no de venganza, afirmó el fiscal de esa entidad, Jorge Winckler Ortiz.

"Es un reto que la sociedad veracruzana exige, que es justicia, no un acto de venganza, sino simplemente que se haga justicia, derivado de lo que las investigaciones están arrojando, que es un desfalco monumental", dijo en entrevista con Manuel Feregrino para Grupo Fórmula.

El viernes pasado, el Congreso de Veracruz aprobó con 38 votos a favor la designación de Winckler Ortiz como fiscal general del estado, por un periodo de 9 años.

Indicó que el ex fiscal Luis Ángel Bravo dejó la dependencia con asuntos avanzados, aunque hay "un poquito de rezago"; además, dijo que tendrán que ser más eficientes con menos personal.

Reiteró que el caso de Duarte lo tiene la Federación y la Fiscalía de Veracruz sólo colabora en las investigaciones.

"En la Fiscalía de Veracruz como tal al día de hoy ya no tenemos investigaciones y estamos solamente colaborando con solicitudes de informe o de búsqueda, pero la integración como tal lo tiene ya la federación", dijo.

Precisó que las indagatorias que se siguen contra Javier Duarte y algunos de los presuntos prestanombres de él y colaboradores, se están integrando conforme al nuevo Sistema de Justicia Penal, que obliga a la autoridad a ser muy técnico.

Destacó que si Duarte es localizado y detenido sería remitido a alguna prisión, porque no sólo se le está acusando por desvío de recursos, sino también se le acusa por delincuencia organizada, que por disposición de ley amerita prisión preventiva oficiosa.