Agencias
MORELIA y MÉXICO.- La Policía Federal capturó a cinco presuntos integrantes de Los caballeros templarios, entre ellos un sobrino del extinto jefe del grupo criminal, Nazario Moreno González, El Chayo, y a otro de Enrique Plancarte, El Kike ,quien fue abatido durante un enfrentamiento con la Marina.

Los sospechosos son Faustino Andrade González, de 46 años, familiar de El Chayo, así como Mario Loya Contreras, de 40 años, informaron autoridades federales. El operativo se realizó en Apatzingán, Michoacán, sin disparar un solo tiro, informa Milenio.

De acuerdo con investigaciones preliminares, Andrade González gestionaba recursos del programa federal Oportunidades para favorecer presuntamente a personas de escasos recursos económicos.

Otros detenidos son Alejandro Gutiérrez Vega, José Luis Gutiérrez Vega y Efraín Gutiérrez Vega, quienes son oriundos de la comunidad Guanajuatillo, municipio de Apatzingán.

Funcionarios de la Policía Federal dieron a conocer que al momento de la captura, los presuntos miembros de los Templarios llevaban costales con marihuana, granadas de fragmentación, una pistola calibre .380 y una carabina.

Según el reporte oficial, los cinco hombres estaban debajo de un árbol y cuando vieron a los policías federales, intentaron escapar por un sembradío pero fueron detenidos.

Los informes de inteligencia revelan que el sobrino de El Chayo era el responsable de las actividades ilícitas del grupo criminal en Guanajuatillo.

Corte ratifica gran condena

La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ratificó la sentencia de 28 años cuatro meses de prisión que se dictó contra dos ex agentes de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, quienes impugnaron lo "desproporcionado" de su castigo por cometer un secuestro express.

Los ex elementos de la SSP-DF llevaron su caso a la Corte, con la intención de conseguir un amparo, bajo el argumento de que eran excesivas y desproporcionadas las penalidades que se imponen por el mencionado delito.

El ministro José Ramón Cossío Díaz propuso a sus homólogos negar la protección de la justicia a los quejosos, pues la pena que se dictó es razonable y proporcional, debido a la gravedad de los hechos.

Tras la exposición de motivos, la sala declaró constitucional el artículo 163 bis del Código Penal para el DF, donde se establece que quien comete el delito de privación ilegal de la libertad en su modalidad de secuestro express, para cometer delitos de robo o extorsión; o para obtener algún beneficio económico, se le impondrá una pena de 20 a 40 años de prisión.

En el expediente judicial consta que el 27 de marzo de 2009, alrededor de las 18:50 horas, la víctima se encontraba en el mercado de Ferrería, en Azcapotzalco, en el Distrito Federal, cuando los elementos de la policía lo subieron en la parte trasera de la patrulla con número económico T1173 en la que transitaban.

Los agentes hicieron diversas llamadas a familiares del secuestrado, con el propósito de obtener 50 mil pesos, a cambio de su liberación.