A 21 años de su detención en Matamoros y 17 años de su extradición a Estados Unidos, el Cártel del Golfo (CDG) ya no es la poderosa organización criminal que alguna vez encabezó Osiel Cárdenas Guillén. Especialistas coinciden en que la estructura del CDG se ha debilitado considerablemente, mientras Cárdenas se prepara para recuperar su libertad.

Aunque la Agencia Federal de Prisiones (BOP) estadounidense informó el viernes que el tamaulipeco de 57 años fue excarcelado el pasado 1 de julio, la dependencia actualizó su ficha señalando que su salida oficial será el próximo 30 de agosto, su fecha original de liberación.

Osiel Cárdenas Guillén, líder del Cártel del Golfo, saldrá de prisión el próximo 30 de agosto de 2024; se encuentra en una prisión de EUA. #LasNoticiasDeFOROtv | #SiempreEnVivo | #SiempreContigo | Sigue la señal en vivo por https://t.co/R0rtaHzqZe pic.twitter.com/4OpLSMnVWu

— Foro_TV (@Foro_TV) July 13, 2024

La detención y posterior extradición de Cárdenas en 2003 y 2007 respectivamente, junto con la violencia y las detenciones de su familia y colaboradores, han erosionado el liderazgo del CDG. El Cartel del Noreste (CDN), fundado por ex miembros de los Zetas, ha tomado control de las principales actividades criminales en Tamaulipas.

La atomización del CDG en grupos que constantemente se enfrentan violentamente demuestra su debilitamiento. Expertos sugieren que si Cárdenas no es deportado, podría quedarse en Estados Unidos como testigo protegido.

 "Para ser un cártel necesitas un grupo de sicarios, control del mercado de la droga, una base social, financiera para el lavado de dinero y contactos en el Gobierno", explicó un especialista.

"El CDG ya no tiene todo eso, son grupos criminales desarticulados".

Cárdenas tomó control del CDG a finales de los 90, después de la captura de Juan García Ábrego, y estableció su sede en Matamoros. Su brutalidad fue distintiva, creando a los Zetas como su brazo armado con ex militares de élite. La detención de Cárdenas en 2003 y su extradición en 2007 marcaron el inicio de una sangrienta narcoguerra entre el CDG y los Zetas, que devastó Tamaulipas y otros estados del noreste de México.

La caída de figuras clave como "Tony Tormenta" y "El Contador", sobrino de Cárdenas, han dejado al CDG en una posición de declive. Los Zetas se reconfiguraron como el CDN, con sede en Nuevo Laredo, consolidando su dominio en la región.

(Con información de Reforma)