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Florida, Estados Unidos.- La casa de transición de Andrés Manuel López Obrador no siempre estuvo rodeada por medios de comunicación, ni por decenas de personas que hacen largas filas para ver al futuro presidente de México.

En los años 60 fue el Centro de Teatro Infantil, espacio dedicado a la enseñanza y acercamiento de las artes para niños, que dirigió la doctora Estela Ruiz Milán, madre del reconocido escritor Juan Villoro.

Al recordar esos tiempos, la doctora, psicoanalista y maestra en letras esbozó una sonrisa y sus ojos se llenaron de lágrimas.

“El Centro de Teatro Infantil lo fundó Héctor Azar, que entonces era jefe del departamento de teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes... Hace 53 años, para ser exactos, era un domingo, el 15 de agosto de 1965”, recordó.

El Centro de Teatro Infantil, que se encontraba en la casona de Chihuahua 216, en la colonia Roma, que hace unos meses sirvió de casa de campaña, fue auspiciado por el Instituto Nacional de Bellas Artes. Villoro fue uno de sus primeros y más destacados alumnos.

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“La casa, para mí, era gigantesca; un poco como una mansión encantada, llena de espacios, con sótanos. Tenía toda un aura un tanto misteriosa, como una perfecta casa para que hubiera fantasmas”, cuenta.

En el salón donde López Obrador recibió a diplomáticos de alto nivel del gobierno de Estados Unidos, también estudió teatro Jaime Nualart, actualmente embajador de México en Tailandia.

Villoro comenta que juntos fabricaban títeres y con otros compañeros montaban obras teatrales que presentaban a los vecinos en el estacionamiento de la casona.

“La casa está prácticamente idéntica, yo cada vez que veo las entrevistas que da Andrés Manuel López Obrador, en las escaleras, veo la casa igualita a como estaba”, dice.

La labor del Centro de Teatro Infantil era estudiar esta disciplina, temáticas y lenguajes; además se montaban exposiciones y se impartían cursos de dibujo y música.

“Lo importante del centro infantil es que congregó a niños muy distintos que luego se iban a dedicar con mucho éxito a las artes. Ahí estaba la familia Toussaint, cuatro hermanos, todos ellos talentosísimos.

“Fernando, un espléndido baterista. Su hermana Cecilia, una de las principales cantantes de rock mexicano. Enrique, gran bajista de jazz que luego trabajaría en Estados Unidos con Paul Anka, y, por supuesto, Eugenio Toussaint, que probablemente sea el principal compositor de jazz que ha tenido México”, resalta.

Para Estela Ruiz Milán, de 85 años, la casa de transición es un espacio mágico y visionario. “He pensado que es la casa del futuro, porque en esa casa se formaron en cierta medida algunos niños que en el futuro resultaron personas de cierto provecho en la cultura de México. Trabajaba con nosotros Alejandro Bichir y llevaba a sus nenes chiquitines”.

El 3 de agosto de 1984, el centro cerró sus puertas. Hoy es el sitio donde López Obrador toma las decisiones que a partir del 1 de diciembre marcarán el destino del país. “A mí me encantaría que esa casa, que tuvo una vocación artística, volviera a tenerla”, dice Villoro.