Agencias
MÉXICO, D.F.-  La Arquidiócesis Primada de México celebró el acuerdo tomado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 2 de abril, para regular la venta de armas en el mundo, pero cuestionó el manejo de México en la materia, según Notimex.

En la editorial del semanario Desde la Fe, consideró que "es una gran noticia" porque las víctimas de ese mercado suelen ser personas totalmente inocentes, desde niños indefensos, hasta hombres mujeres constructores de la sociedad, con su trabajo honesto y esforzado.

Sin embargo, lamentó, "no ha sido un acuerdo unánime, ya que junto a 154 votos favorables, hay 23 países que se abstuvieron, escondiendo en esta oposición al control más estricto de la circulación de armas. No por mera casualidad están entre ellos los principales productores de armamento".

En su editorial titulada, Desarme mundial, ¿y México?, la Iglesia Católica llamó a recordar la intención del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para limitar la venta indiscriminada de armas en su territorio ante las muertes de personas inocentes "por enfermos mentales" o jóvenes irresponsables.

Se trata, acusó, de "propuestas muy tibias e insuficientes, pero al menos empieza a cuestionarse la mentalidad bélica de los norteamericanos".

En ese marco internacional, la Arquidiócesis pidió preguntar cuál es la estrategia de México para desarmar a los delincuentes y refirió que existe una iniciativa que ha tenido mucho éxito para desarmar a la población civil, ofreciendo computadoras y dinero a cambio de las armas que se tienen en algunas familias.

Sin embargo, planteó que dicho programa, que comenzó en la ciudad de México y se ha extendido hacia algunos estados de la República, no llega a la raíz del problema: que son los grupos criminales.

Mencionó que las estadísticas del tráfico ilegal de armas hacia la delincuencia organizada en México es alarmante, ya que a diario reciben un promedio de 700 armas nuevas, de las cuales en el sexenio anterior eran incautadas unas 90 por día, mientras que ahora sólo se interceptan unas 35 en promedio.

Añadió que ignorar un problema sólo redunda en agravarlo más y reflexionó que: "El mundo está tomando decisiones enérgicas para desarmarse, mientras que en nuestro país la situación se agrava ante un silencio cómplice, parecido al de aquellos que se abstienen para no comprometerse".