Patricia Tapia/Milenio Novedades
CIUDAD DE MÉXICO.- En mayo, entre 85 mil y 90 mil toneladas de polietileno estarán a disposición del mercado nacional gracias a la primera producción de Etileno XXI, la planta de cinco mil 200 millones de dólares (mdd) que Braskem-Idesa construyó en Coatzacoalcos.

Si bien la semana pasada se anunció el arranque de una de las tres plantas del complejo, a finales de abril entrarán en operación las otras dos, dijo a MILENIO Cleanto Leite, director de desarrollo de negocios de Etileno XXI. Eso cubrirá  la capacidad total.

Cada mes se producirá un promedio de 90 mil toneladas y en 2017 llegará a la meta anual de un millón de toneladas de polietileno. De este volumen, se prevé que 60 por ciento se quede en el mercado interno y el resto será para exportar.

“Vamos a sustituir una significativa parte de productos importados y generar un gran beneficio a la balanza de pagos el país”, aseguró Leite.

A la fecha, de acuerdo con datos del servicio especializado Platts, México tiene un requerimiento de 1.74 millones de toneladas de polietieno, un insumo básico para fabricar PET, bolsas de plástico, juguetes, material eléctrico, mangueras y tuberías y un sinfín de productos industriales.

Etileno XXI permitirá al consorcio mexicano-brasileño ser el jugador más importante de México en el mercado de polietileno, y se espera que en 2018 posea la mitad del mercado.

Asimismo, permitirá una recuperación hasta de 10 por ciento en la balanza negativa del sector petroquímico mexicano. Esto porque según la Asociación Nacional de la Industria Química, el déficit del ramo es de 20 mil mdd. Con Etileno XXI, se podrán generar dos mil mdd.

“Estamos arrancando con más de 300 clientes con lo que hicimos en nuestro trabajo de premarketing, lo que va a facilitar mucho nuestro inicio de operaciones; con nuestro producto creemos que en dos años deberemos tener 50 por ciento del mercado, ya que seremos el mayor productor de polietileno en el país”, dijo Leite.

Respecto al contrato que ganaron en Pemex para el suministro de gas etano, que es la materia prima del complejo, con una duración de 20 años, dijo que se tiene la seguridad del cumplimiento de éste, pues por eso Braskem-Idesa se animó a realizar la más grande inversión industrial en los últimos años, de 5 mil 200 mdd.

“Sí tenemos confianza en ese contrato de largo plazo, pues tiene obligaciones para los dos lados; Pemex debe extraer y producir e hizo inversiones para garantizar el suministro”, añadió.

Dijo que la mala situación de la empresa productiva del Estado no va a ser permanente y regresará a ser una compañía con resultados muy buenos, pues los bajos precios del petróleo no van a perdurar más allá de dos años.

Sin embargo, consideró que sí se debe repensar en el régimen fiscal que se aplica a Pemex, a fin de que tenga mayor capacidad de invertir y garantizar el suministro en el futuro.

Por ejemplo, una tonelada de gas etano vale 100 dólares, pero si eso se transforma en un producto petroquímico su valor aumenta a entre mil y mil 500 millones de dólares; “es muy importante que Pemex pueda invertir y suministrar materias primas para crecer la industria petroquímica, porque eso trae mucho valor adicional el país”.

El plan a corto plazo de Braskem-Idesa es operar el complejo y generar resultados para empezar a pagar deuda y distribuir sus ganancias a los accionistas, y el de largo plazo es que ambas empresas en consorcio crezcan en México y hagan nuevas inversiones, por lo que sí van a buscar nuevas oportunidades; “en tres o cinco años esperamos estar pensando en otra posibilidad, dijo.

En cuanto a las alianzas que Pemex está abierta a hacer y de la monetización de sus activos, mencionó que no se ha evaluado nada, porque la petrolera no ha ofertado ni puesto nada sobre la mesa, pero si se presenta algo seguramente lo analizarán, concluyó.