'Al escuchar petardos, los perros sufren ataques de ansiedad o pánico'

El presidente del Colegio de Veterinarios de Cádiz afirma que el estrés que sufren por los petardos es tan grande que llegan a morderse hasta llegar al hueso.

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El sonido de los petardos afecta a todas las familias caninas, pero no de la misma forma. (DogExpress)
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Agencias
CIUDAD DE MÉXICO.- Los perros odian los petardos. Y con razón. “Lo que siente un perro cuando escucha un petardo es como un ataque de ansiedad o de pánico para un humano”, dice el presidente del Colegio de Veterinarios de Cádiz, Federico Vilaplana, que lleva décadas observando los efectos que la pirotecnia, tan habitual estos días, tiene sobre los perros.

“Sufren de forma desmedida cuando explota un petardo cerca de ellos… O lejos, ya que pueden sobresaltarse por petardos a 500 metros”, dice Vilaplana. En el mismo mensaje incide la Policía Nacional desde su cuenta de Twitter:

En la desarrolladísima capacidad auditiva de los perros reside la esencia del problema. “Muchas personas tienen miedo a los petardos, sin que hayan tenido una mala experiencia con ellos. Con los perros ocurre algo similar, pero multiplíquenlo por mil”, dice Santi Vidal, experto en comportamiento canino en una empresa dedicada a la formación de adiestradores. 

“Los sentidos están preparados para recibir una cantidad determinada de información. Cuando la sobrepasamos, duele”, añade.

Los expertos catalogan como traumática la explosión de un petardo para un perro, una experiencia que puede despertar diferentes reacciones, según publica verne.elpais.com

“Hay perritos que empiezan a morderse y pueden llegar hasta el hueso. No saben qué hacer y se lastiman gravemente. Pueden llegar a azotarse contra las paredes o escapar en busca de un lugar seguro”, dice Lucero González, directora de un centro especializado en conducta de perros en México.

Como explica Vidal, el instinto de supervivencia es el que les genera estrés ante un ruido repentino y explosivo: “Dejan de pensar, simplemente actúan. Este mecanismo ancestral ha garantizado la supervivencia durante miles de años y es lo que produce el estrés”. En definitiva, los perros entienden que el sonido de un petardo significa peligro.

“Eso les lleva a perder el control. A lo largo de mi carrera he visto muchos perros que se asustan por el ruido de un petardo en Navidad y salen corriendo. Si les pasa en casa, pueden saltar por una ventana o un balcón. Si les pasa en la calle, pueden terminar atropellados”, añade Vilaplana, aunque la reacción puede ser justo la contraria, como explica Vidal.

“En otras ocasiones, se produce una conducta de inmovilización, generalmente acompañada de temblores intensos”.

El sonido de los petardos afecta a todas las familias caninas, pero no de la misma forma. “Según un estudio de la Universidad de Ciencias de Oslo (Noruega), razas como Pointer, Gran Danés, Bóxer y Crestado Chino temen menos a los petardos. De la misma forma, cuanta más edad, más susceptibles”, indica Vidal.

Pese a ello, en opinión de Vilaplana, la educación del perro es el factor fundamental: “Todo depende de a qué estén acostumbrados”.

“Solo hay que pensar en los perros de caza. Oyen disparos a todas horas y no se asustan. Están habituados a ese tipo de sonidos”, comenta el veterinario. Para los perros que peor afrontan el ruido, Vidal aporta los siguientes consejos.

“Debemos evitar al máximo la exposición a esas situaciones, quizá recortando el tiempo de paseo. Una vez en casa, crear un ambiente tranquilo y aplicar técnicas de relajación, como los masajes. Debemos conservar la calma nosotros también, restando importancia a lo que asusta a nuestro perro”

El estrés, todo un condicionante para los perros

El estudio al que hacía referencia Vidal establece una relación clara entre el estrés y todo tipo de problemas para los perros. 

“Un perro con mucho miedo a los petardos se aterroriza más ante situaciones nuevas. Es muy posible que desarrolle ansiedad por separación”, indica Vidal. Otras situaciones traumáticas, como una castración, pueden provocar efectos parecidos.

“Los perros castrados tienen un 72 por ciento más de posibilidades de desarrollar miedos a los petardos”, dice Vidal.

Qué hacer para calmarlos

Una manera de proteger a los perros del estrés de los cohetes es usando la técnica de Linda Tellington-Jones, la cual consiste en elegir un paño suave de tela o una venda, después se colocará la tela en la mascota formando una especie de 'ocho' de tal manera que empiece haciendo contacto con la zona del pecho del perro, cruce en la espalda -no en la columna- y termine en los cuartos traseros.

“El método estimula la circulación de la sangre del cuerpo y, por tanto, alivia las tensiones y reduce la irritabilidad”, dice.

Linda  creó este método hace cuatro décadas y está basado en un sistema de entrenamiento y comunicación que permite a las personas relacionarse con los animales de una manera más profunda y compasiva. 

Afirma que el Método Tellington utiliza una variedad de técnica de tacto, movimiento y lenguaje corporal para modificar el comportamiento, el rendimiento y la salud y para aumentar la voluntad y la capacidad de aprender en un ambiente sin dolor y libre de ansiedad del animal.

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