Mayas rechazan construcción del Tren Maya
Aseguran que el proyecto sólo favorece intereses empresariales
Evlyn Cervantes Silva
Agencia Reforma
CIUDAD DE MÉXICO.- El Tren Maya es un nuevo eslabón de los megaproyectos que, en los últimos 30 años, han invadido a la Península de Yucatán para favorecer intereses empresariales por encima de los recursos naturales y de la permanencia de los pueblos indígenas, plantearon comunidades mayas y organizaciones de la sociedad civil.
Voceros de comunidades mayas en conjunto con el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS) y el colectivo GeoComunes, expresaron su rechazo al Tren Maya, tras advertir que es un megaproyecto que impulsa la expansión urbana, turística, agroindustrial e industrial en beneficio de grandes inversionistas pero desplazando a los pueblos indígenas y despojándolos de sus tierras.
El modelo de infraestructura que promete el Tren Maya es similar al que enfrentó la Península de Yucatán en los últimos 30 años, tal como se puede comprobar mediante una herramienta de visualización cartográfica que fue presentada por los voceros de las comunidades mayas, el CCMSS y GeoComunes.
A través de la herramienta interactiva es posible advertir los impactos socioambientales en la Península de Yucatán motivados por los polos de desarrollo como fue el caso de Cancún, Quintana Roo; o Ciudad del Carmen, Campeche.
Sobresalen los impactos derivados de megaproyectos vinculados a cuatro sectores: inmobiliario, turístico, agroindustrial y energético.
Por ejemplo, en los últimos 28 años la superficie urbana en la Península de Yucatán creció de 48 a 75 mil hectáreas de las cuales, el 30 por ciento se realizó sobre tierras ejidales. Los ejidos más afectados por la expansión urbana fueron los de Isla Mujeres, Playa del Carmen y A.Bonfil, esto coincide con el crecimiento de Cancún y Playa del Carmen.
Se advierte que la expansión turística está asociada a una alta demanda de tierra y agua ya que sólo en Quintana Roo existen 7 mil 227 hectáreas de superficie hotelera y 85 kilómetros de litoral urbanizado entre Cancún y Tulum.
Mientras que el volumen de agua subterránea concesiona para hoteles representa el 50 por ciento del volumen total en Quintana Roo, con 55 millones de metros cúbicos.
Se identifica también que la expansión de la agroindustria principalmente para el cultivo de soya, los nuevos parques industriales y los proyectos de energías renovables, acaparan tierras ejidales e incentivan la especulación de la tierra.
"Vemos que hay tres olas de expansión de megaproyectos en la Península. De 1975 a 1992, es la consolidación del proyecto turístico-inmobiliario en Cancún; entre 1992 y 2008 crece la Riviera Maya; y actualmente estamos iniciando el tercer ciclo de expansión de Tulum a Bacalar ahora con el Tren Maya que es una nueva forma de desarrollo concesionado a capitales privados.
El Tren Maya pretende traer desarrollo con base en un esquema que en los últimos 30 años ha generado devastación en la Península para las comunidades mayas y el papel fundamental que debe jugar el Estado es la promoción de evaluaciones de impactos socioambientales que incluyan la perspectiva de las comunidades", afirmó Adrián Flores, investigador de GeoComunes.
Fonatur provoca división entre los ejidatarios de Bacalar
La demanda de tierras de parte del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) para el Tren Maya ha generado divisiones entre los ejidos de la Península de Yucatán, expresó Sergio Madrid, director ejecutivo del CCMSS.
"Fonatur está en un proceso de adquirir tierra para el Tren Maya no solo para las vías, sino es un proyecto inmobiliario. Esto está generando división y especulación en las comunidades. Hay un proyecto del Tren Maya para construir subcentros de 50 mil habitantes.
"En Bacalar ha estado Fonatur presionando al Comisariado Ejidal para la venta de cinco mil hectáreas. Hay un malestar en la región debido a esa presión que está generando Fonatur", señaló Madrid.
Pedro Uc Be, integrante de la Asamblea de Defensores del Territorio Maya, señaló que Fonatur intenta imponer el Tren Maya sobre el territorio de las comunidades indígenas.