Agencias
SAN LUIS POTOSÍ, SLP.- Roberto Campa Cifrián, subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobernación, aseguró que la principal causa de muerte entre los jóvenes es el homicidio doloso, según el portal de Milenio.

Se trata de un grave problema, agregó, no solo visto desde la parte de las víctimas, sino que quienes matan a los jóvenes en muchos casos son también jóvenes o menores de edad.

El funcionario federal, el gobernador San Luis Potosí, Fernando Toranzo Fernández, y el presidente capitalino de esa entidad, Mario García, firmaron el convenio de adhesión para el otorgamiento de apoyos a entidades federativas del Programa Nacional de Prevención del Delito

En el mismo acto, realizado en Casa de Gobernadores, los tres funcionarios instalaron la Comisión Interinstitucional para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia.

En conferencia de prensa posterior, Campa Cifrián fue interrogado sobre el número de jóvenes ejecutados en el actual contexto de violencia, algo que refleja una profunda crisis de inseguridad, según el subsecretario.

“La violencia que estamos viviendo afecta principalmente a los jóvenes que son, de manera absolutamente mayoritaria, víctimas de esa violencia, y son también los jóvenes perpetradores de esa violencia”, señaló.

Precisó que “el homicidio doloso es la causa número uno de muerte entre jóvenes de 18 a 29 años y, por ello, el programa de prevención del delito está orientado de manera particular hacia los jóvenes”.

Las ejecuciones de jóvenes, dijo, “son historias que se repiten en buena parte del país, y cuando revisamos esas historias, uno encuentra en muchos casos, sobre todo entre quienes son emblemáticos, niños sicarios, jóvenes sicarios que tienen prácticamente un padrón idéntico”.

Campa Cifrián subrayó que ese padrón incluye invariablemente “jóvenes expulsados de la escuela por problemas de violencia, pero que fueron víctimas también de violencia en el entorno de sus familias y, en muchos casos, vienen de familias rotas, monoparentales y con problemas de alcohol o drogas”.

Se trata de “jóvenes que tampoco tuvieron oportunidad de utilizar su tiempo libre de manera productiva; el programa, por eso, está orientado a enfrentar dichos problemas”.

Añadió que parte fundamental de la estrategia será “identificar todas las zonas del país donde se originan esos fenómenos de violencia y enfrentar el problema ahí; en eso estamos.

“Yo sé que hay urgencia por parte de la sociedad (de obtener resultados) y que esa urgencia es lo que reflejan los cuestionamientos que nos hacen los medios de comunicación en todos lados: ¿cuándo? ¿Cuál es el plazo para dar resultados, por lo que puedo asegurar que estamos trabajando sin pausas.”

Para la estrategia de prevención, apuntó, se toman en cuenta todas las experiencias positivas que se han dado en el mundo y en algunos estados.

De los 58 municipios de San Luis Potosí, solo su capital y Ciudad Valles forman parte del programa de prevención del delito, pero adelantó que se puede revisar el caso de otros municipios, como Soledad de Graciano Sánchez, para sumarlos a esta estrategia.

Campa Cifrián recordó que desde el 1 de diciembre el presidente Enrique Peña Nieto puso en marcha el Programa de Prevención del Delito, que tendrá una atención focalizada, y recordó que si se recurre solo al uso de la fuerza para frenar la inseguridad el problema persistirá.

El caso Brasil

-Según el Mapa de la Violencia 2012, elaborado por la Facultad Latinoamericano de Ciencias Sociales, el riesgo de una muerte violenta entre los jóvenes brasileños menores de 19 años es cada vez mayor.

-El índice de homicidios a esa edad en Brasil saltó de 3.1 por cada 100 mil habitantes en 1980 a 7.7 en 1990, a 11.9 en 2000 y a 13.8 en 2010. Es decir, que en 30 años aumentó 346 por ciento.

-Los especialistas consideran que se trata de una “epidemia” de violencia cuando el índice rebasa los 10 asesinatos por cada 100 mil habitantes.

-En este estudio realizado el año pasado también participaron especialistas del Centro Brasileño de Estudios Latinoamericanos.