Cuevas de Naica, escenario de cristal bajo tierra, conócelo

Se encuentran en el corazón de una mina al norte de México, y a 300 metros de profundidad.

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La Cueva de Naica alberga los cristales de selenita (yeso) más grandes del mundo y una antigüedad superior a los 250.000 años. (Contexto/Internet)
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Agencia
CHIHUAHUA.- Las Cuevas de Naica, yacen en el corazón de una mina perteneciente a Industrias Peñoles, en el sur del estado de Chihuahua, al norte de México, formando parte de un sistema geológico alimentado por aguas termales, mismas que permitieron el crecimiento de sus cristales.

La Cueva de los Cristales de Naica se encuentra a 300 metros bajo tierra. Poblada de espectaculares y enormes cristales de selenita o "piedra de la luna", nos muestra su gran belleza, en un ambiente donde la apariencia de hielo contrasta -en la profundidad- con altas temperaturas. A través de la magnificencia de sus cristales, nos conduce por multiplicidad de caminos: el científico, el tecnológico, el artístico y la magia de la naturaleza, informó el portal México Travel Club.

Afirmo que el escenario también confronta con una responsabilidad ineludible: la obligación de protegerla y preservarla.

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La Cueva de los Cristales de Naica ha esperado hasta ahora para mostrarnos su gran belleza. Una gran geoda de paredes rojas, un útero natural lleno de cristales de selenita, ó "piedra de la luna" llamada así por su color, brillo y transparencia.

Tranquila y silenciosa, esta maternidad de piedra acogió lentamente el crecimiento de sus cristales al arrullo del agua, el calor, la oscuridad y el silencio durante más de un millón de años. Nos cautivan su belleza, sus dimensiones, su historia; descubrimos un sitio en el que la apariencia de hielo contrasta con un calor que mata; un ambiente ajeno, no humano, que nos atrapa y nos lleva a recuperar nuestra capacidad de contemplación y admiración por la naturaleza.

Aparece en las profundidades de nuestro planeta cuando los seres humanos habíamos perdido la capacidad de asombro ante todo lo que en la superficie ya nos era conocido.

Sus cristales, espejos de múltiples facetas e imágenes, nos llevan por diversos caminos: el del conocimiento y la ciencia, para comprender cómo y cuándo pudo crearse esta obra de la naturaleza; el del desarrollo tecnológico, para poner a prueba nuestra capacidad de reto para sobrevivir en su interior y poder registrar en imágenes su gran belleza; el del arte, para poder compartir este patrimonio a través de las expresiones de hombres y mujeres sensibles a la belleza y la armonía, y la mística, por la magia y paz que nos comunica.

Naica, aparece ante nosotros sólo por un instante en su larga vida geológica, instante en el que tenemos una oportunidad única para conocerla, y compartirla antes de que regrese a ocultarse bajo el agua en la profundidades de la tierra. Por las características geológicas de la zona, se desarrollaron múltiples cuevas con condiciones semejantes de las 4 que ahora se conocen.

Las tres más recientes fueron descubiertas accidentalmente gracias a las actividades de exploración en la mina. Su apariencia de hielo, contrasta con su alta temperatura y humedad, formando un ambiente de condiciones extremas y peligrosas que sólo permiten la sobre vivencia en su interior por pocos minutos.

La explotación del mineral en Naica requiere de la extracción de agua caliente, cuyo nivel freático original se encuentra a 110 metros de profundidad. El principal reto tecnológico es mantener en funcionamiento permanente un complejo sistema de bombeo que permite la extracción del agua desde el nivel -850 donde se encuentra ahora el frente.

Este sistema drenó el agua de las cuevas hace aproximadamente 20 años. Circunstancias accidentales lograron posteriormente su descubrimiento en el año 2000. Este sistema de bombeo que mantiene en operación la mina con la extracción de 22 mil galones de agua por minuto, parará en algún momento cuando la explotación mineral se agote, inundando nuevamente túneles y cuevas, permitiendo que éstas regresen a sus condiciones naturales y continúen alimentando el crecimiento de sus cristales bajo el agua. Por ahora, se procura su estudio, registro, y conservación.

La más grande de las cuevas, la Cueva de las Velas, se distingue por contener multiplicidad de espeleotemas (formaciones parecidas a la escarcha en climas fríos extremos), formados en los últimos 20 años y que la distingue como la única en el mundo con estas formaciones que, sin embargo, corren el riesgo de perderse por el enfriamiento de sus paredes. La cueva se caracteriza por el color perlado opalescente de sus cristales.

Sus cristales se ha re-disuelto parcialmente, dándoles una opalescencia perlada. Su temperatura es de 43-45°C mientras que la humedad relativa es de menos 80%. La cueva tiene una longitud aproximada de 80 m, y consiste de dos cavidades parcialmente superpuestas en dos niveles. La altura media de las cámaras es de 3 a 4 m, y hasta 10 m de ancho. La distancia entre ambas cámaras es de tres metros. Los hermanos Delgado encontraron esta cueva en el año 2000.

Peligra cueva única y de 250.000 años de antigüedad

De acuerdo con Infobae, científicos reclaman el acceso a la mina de Naica para comprobar si una inundación no destruyó la formación de cristales de selenita más grande del mundo capaz de brindar información sobre los orígenes del planeta

Un grupo de espeleólogos y geólogos de al menos seis países alerta que la cueva de los cristales de Naica, una formación única en el mundo de cristales dentro de la mina del mismo nombre, está en riesgo de inundación, con lo que se perdería información importante sobre la historia geológica de la tierra.

La mina de Naica tiene en su interior a la cueva del mismo nombre que aloja los cristales de selenita (yeso) más grandes del mundo y que tienen una antigüedad superior a los 250.000 años.

El Grupo de Exploración Geográfica La Venta, en colaboración con universidades de México, Italia, España, Inglaterra, Noruega, Estados Unidos y Alemania, llevó a cabo trabajos de investigación en el lugar hasta 2010 cuando, sin explicaciones, la administración de la mina, a cargo de la empresa Industrias Peñoles S.A.B. de C.V., negó el acceso al grupo de científicos y exploradores que se encontraban trabajando.

La parte más importante del proyecto de exploración e investigación científica quedó incompleta. En 2016 la mina sufrió una inundación, sin embargo la cueva aparentemente está libre de agua, pero no se sabe hasta cuándo.

Los más de 50 científicos del grupo internacional involucrados en la investigación demandan el acceso inmediato a Naica para constatar que el agua no ha llegado hasta la cueva, pues de lo contrario "estaríamos perdiendo para siempre esta maravilla natural patrimonio de la humanidad y toda la información científica que podemos obtener de ella".

Alicia Dávila García, coordinadora de La Venta, dijo a Infobae que dentro de esta cueva existe "información geológica de cómo era la tierra hace miles de años, en el agua en donde se formaron los cristales hay burbujas de agua que nos dan información de interés científico importante".

El grupo quiere que la empresa les dé permiso para ingresar 10 días a la cueva no sólo para constatar que el agua no ha llegado hasta ahí sino también para concluir su trabajo de investigación y realizar un escaneo láser "que pueda brindarle a la humanidad el privilegio de conocer esta maravilla natural. El Grupo de Exploración Geográfica La Venta se responsabilizará por la integridad del personal, tomando en cuenta todos los riesgos que dicha exploración implica".

Voceros de Peñoles, propiedad del empresario Alberto Baillères, el tercer hombre más rico de México, le han reiterado a los expertos que no hay acceso al lugar. "Lo último que nos dijeron es que la cueva corría riesgo si nosotros entramos, lo que es raro porque estuvimos muchos años haciendo una investigación. Se intentó por muchos medios llegar a la gente, pero no nos reciben", explicó Alicia Dávila.

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