Oscar Adrian Galindo Luna                        

Ciudad de México.- Las Conferencias Episcopales de México, Guatemala y Honduras llamaron a estos tres países a no exponer a los migrantes a mayores riesgo en este periodo de propagación del Covid-19.

En un comunicado conjunto, las Iglesias pidieron a estas naciones considerar a las personas migrantes como una población altamente vulnerable.

En ese sentido, criticaron que México permita a Estados Unidos deportar en su territorio a ciudadanos de cualquier país, lo que contraviene, señalaron, el derecho internacional que prohíbe deportar a un extranjero a un país que no sea el suyo.

"Incluso muchos de ellos (son deportados) sin su debido proceso y sin que se les sea brindada la protección necesaria a los solicitantes de asilo", indicaron.

"Las deportaciones de familias enteras con niños a altas horas de la noche los hace presas fáciles del crimen organizado".

Consideraron preocupante que los migrantes no mexicanos sean deportados a México sin que este País les otorgue un documento de legal estancia.

Asimismo, expusieron que, a su vez, continúa con la deportación de ciudadanos centroamericanos -principalmente hondureños- a Guatemala.

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Guatemala, refirieron, permite el paso de migrantes por su territorio pese a que supuestamente tiene fronteras cerradas, mientras que Honduras no hace lo suficiente para atender las necesidades de su población y mantener el control de su frontera.

"Los migrantes, entre tantas personas vulnerables ante esta pandemia, siguen siendo invisibles de las políticas sociales y humanitarias", expresaron.

"Los países necesitan dejar de un lado las ambigüedades respecto a sus políticas migratorias y sobreponer el bien de la humanidad a los intereses económicos y políticos".

En ese sentido, llamaron a evitar exponer a los migrantes a mayores riesgos, garantizarles una adecuada atención médica y reducir el grado de discriminación y estigmatización hacia ellos como portadores del virus.

También pidieron detener las deportaciones, cumplir el derecho internacional, y evitar el hacinamiento en estaciones migratorias, permitiendo la salida de las personas en proceso de regularización.

De igual manera, exhortaron a los organismos nacionales de Derechos Humanos a promover acciones concretas de protección en favor de las personas migrantes y refugiadas.