De que me gusta el tequilita, me gusta: Dolores Padierna

La senadora del PRD dejó las aulas para incursionar en la política a invitación de Heberto Castillo. Afirma que René Bejarano es 'su todo'.

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"Yo no tengo penas amorosas, soy muy feliz. Ahí sí no tengo comparación, pero te diría que cantar para mí es un placer", dijo Dolores Padierna. (Milenio)
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Daniela Cohen/Milenio
MÉXICO, D.F.- La senadora Dolores Padierna platicó con MILENIO sobre su vida y la política a partir de su afición por la obra del cantautor guanajuatense José Alfredo Jiménez, con quien comparte gustos y lugar de nacimiento.

José Alfredo dejó las canchas de futbol por los escenarios y tú abandonaste las aulas de clase por la política.

Estudié para maestra, también economía. Realmente mi vocación es enseñar, estuve 18 años frente a un grupo y es una profesión que me gustó bastante, pero mi vida dio un giro cuando conocí a Heberto Castillo; él me invitó a participar en el Partido Mexicano de los Trabajadores, que después se fusionó para formar el Partido Socialista Unificado de México (PSUM) y, luego, el PRD. Ahí conocí la vida partidaria, con el tiempo pude ser diputada local y de ahí en adelante…

El compositor tenía fe especial en su canción “Cuando el destino”, ¿cuál crees que sea el tuyo?

Bueno, el destino lo forjas, nosotros lo hacemos, somos los artífices. Yo no creo que las cosas ya estén dadas, que solo hay que sentarse porque igual se dan, no. Yo creo en la cultura del esfuerzo, en plantearte metas. En la política las cosas son bastante difíciles y más para las mujeres; sin embargo, hay pasión y amor por lo que hacemos. 

En el PRD tenemos una causa y luchamos por ella con mucha pasión, entusiasmo, amor y entrega, incluso con mística, para alcanzar el objetivo que buscamos; sé que algún día lo vamos a lograr.

A José Alfredo le gustaba el trago, ¿tú te has pasado de copas?

Él exageró, pero de que me gusta, me gusta… el tequilita. Nací en Dolores Hidalgo, y en El Bajío cantar es una tradición… en todas las fiestas acabamos cantando, en la comida, el desayuno o lo que sea… siempre cantamos y lo que se canta es José Alfredo Jiménez. Lo recuerdo desde pequeña durante las reuniones, somos una familia muy grande en Guanajuato, siempre cantamos.

“Por tu orgullo”, como en la canción, ¿estás contra la reforma energética?

México tiene una riqueza petrolera envidiable e inconmensurable, y esa riqueza debería servir a México para su propio desarrollo como nación soberana. Teníamos, hasta antes de la votación (de la reforma), soberanía energética, pero la perdimos en el momento en que se da a la iniciativa privada. Dicen que va a traer mucho capital y que va haber muchos empleos; lo han dicho con todas las privatizaciones, pero no hay un solo caso en que eso sea verdad.

“Por lo único que vienen es por la riqueza petrolera del país. La renta petrolera de México es enorme, más de 100 mil millones de dólares al año; con eso ha vivido México desde hace 75 años. Con eso se han hecho escuelas, hospitales, la infraestructura… ahora cada vez menos, pero la poca o mucha infraestructura y desarrollo del Estado que tenemos fue gracias a Pemex”.

¿Cuál es tu solución?

México puede ser una potencia mundial con todos los recursos que tiene: el agua, los litorales, la tierra, los energéticos y la minería, que regalamos a Canadá. Aquí tenemos crudo y vendemos crudo, pero en lugar de hacer lo que hacen las naciones que también tienen —que lo transforman en petrolíferos, petroquímicos, venden el valor agregado y obtienen un montón de divisas—, aquí las cosas se hacen al revés y pensando en una élite, no en la nación.

Las canciones del guanajuatense hablan sobre las penas de amores, él se refugió en el tequila, ¿Dolores Padierna en quién?

Yo no tengo penas amorosas, soy muy feliz. Ahí sí no tengo comparación, pero te diría que cantar para mí es un placer. Todos tenemos nuestro hobby, bien o mal nos gusta hacerlo. A mí me gusta cantar cuando llega el estrés… pongo mi computadora y veo qué canción me gusta. Canto y eso me distrae muchísimo, me relaja. La música crea endorfinas, te hace feliz. A veces, si no hay tequila, pues canto… Y cantando con tequila, pues qué mejor.

Alicia Juárez cobijó a José Alfredo, ¿René Bejarano a ti?

René es mi todo… nos conocemos desde muy jóvenes, tenemos toda una vida hecha, hemos crecido juntos y prácticamente me conoce como la palma de su mano y yo a él. Nos ayudamos, nos impulsamos y nos queremos. Él no canta mucho, pero le gusta cómo lo hago, hacemos dúos o le canto al oído.

Debido a las muestras de afecto, el cantante compuso “Gracias”, ¿tú a quién le dedicas esa canción?  

A la población de México. Yo estoy inmensamente agradecida con la delegación Cuauhtémoc, con sus habitantes. Ahí está mi corazón y siempre lo estará. Ahora, en otro nivel, lucho y veo que la gente necesita apoyos, mucha ayuda… lo que les digo es que conmigo siempre encontrarán sinceridad, compromiso y, sobre todo, mucha gratitud.

Las creaciones del guanajuatense están inspiradas en sus vivencias, ¿en qué se basa tu libro La historia oculta del Fobaproa?

Eso también fue una vivencia. Durante la 57 Legislatura me tocó analizar el rescate bancario y en el libro pongo con nombre y apellido, montos y demás, cosas que nunca quiso decir el gobierno.

José Alfredo hizo grandes duetos, ¿a ti te faltó hacer dueto con Ernesto Zedillo? 

Difícilmente uno pude hacer dueto con presidentes ajenos a lo cotidiano y lo normal. 

No, no tendría por qué haber hecho un dueto. De hecho, nunca he tenido nada que ver con el PRI. Hay compañeros valiosísimos en el PRD que abandonaron el PRI… son grandes compañeros y compañeras, pero en mi caso siempre he sido de izquierda, siempre he estado en los movimientos sociales. Éste es mi lugar, creo en él, en mi causa, mi lucha. Aquí voy a seguir y me voy a morir.

Los senadores perredistas, que tú encabezas, reconocieron al gobierno federal la captura de El Chapo antes de que fuera confirmada por las autoridades, ¿es “Un mundo raro”?  

No. Es raro que lo hayan detenido, porque se dice que ahí hay un acuerdo cupular. Es claro que sabían dónde estaba y no lo querían capturar… en el momento que lo decidieron, lo aprehendieron… Digo, qué bueno que lo hicieron, aunque detener capos no es suficiente, se requiere una política contra la violencia que erradique la corrupción, que desmantele todo el financiamiento que tienen los grupos criminales, que se aplique una política en el país para generar empleos y romper esa red que se tiene entre la población y las mafias. 

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