José Antonio López/Milenio
MADRID, España.- Agentes de la Guardia Civil de España, de la Policía de Cataluña y de la Policía Federal lograron liberar a un empresario catalán que fue víctima de un secuestro virtual en México durante 20 horas, plagio en que los autores amenazan a la víctima a distancia a través del teléfono con amenazas de muerte y hacen creer a la familia que está retenido, valiéndose de la incomunicación del afectado.

El catalán jamás vio a sus supuestos secuestradores, aunque éstos en todo momento hicieron creer que lo tenían vigilado dentro de un hotel de Querétaro; sin embargo, lo único que hicieron fue hablar por teléfono con el catalán durante 20 horas que duró el secuestro.

De acuerdo con lo informado por el Ministerio del Interior español, los hechos ocurrieron el pasado 29 de septiembre, cuando una persona presentó una denuncia ante la policía de Cataluña, en Mollet del Vallés, informando que su hermano estaba secuestrado en México.

Según manifestó el denunciante, los supuestos secuestradores, que llamaban desde teléfonos en México y se identificaban como miembros de Los Zetas, amenazaban con descuartizar al secuestrado si no se realizaba el pago de un millón de pesos mexicanos.

De inmediato los investigadores de la Unidad Central de Secuestros de la policía catalana se hicieron cargo y se trasladaron a México junto con la Guardia Civil.

Como consecuencia de las investigaciones, la Procuraduría General de la República mexicana entró a la habitación de un hotel en San Juan del Río, Querétaro, donde se encontraba el secuestrado, sacándolo del lugar.

En la investigación oficial se pudo constatar que el secuestro llevado a cabo era una variante del plagio virtual, actividad delictiva extendida en Iberoamérica.

Aunque se presume que participaron dos personas en estos hechos, por el momento no hay detenidos.

La historia

El empresario, dedicado al sector automotriz, cuya empresa tiene varias plantas en México, recibió una llamada a las 23 horas del pasado 29 de septiembre en la habitación de su hotel, supuestamente de la policía mexicana. Ahí se le informaba que iban a realizar una redada y debía abandonar el lugar y seguir sus instrucciones para ponerse a salvo.

El empresario -que quiso permanecer en el anonimato- acababa de cenar con un socio, con quien había viajado a México y a quien también trataron de aplicar el mismo engaño, aunque éste no lo creyó, porque en el momento de la llamada estaba en el vestíbulo y vio que no se estaba produciendo ninguna redada.

Pero la víctima sí cayó en la trampa y siguió las instrucciones: tomar un taxi, comprar un teléfono de prepago e instalarse en otro hotel de San Juan. Cuando llegó allí el interlocutor cambió el tono y le avisó: “El teléfono que has comprado es tu vida, si lo apagas te mataremos de un tiro en la cabeza”, y le amenazó con que si su familia no pagaba el dinero le matarían.

La policía española cree que al menos dos personas están implicadas, quienes se mantuvieron al teléfono las 20 horas que duró el plagio y daban la impresión de que vigilaban a la víctima, lo que dio credibilidad a la trama.