Rogelio Agustin y Javier Trujillo/Milenio
CHILPANCINGO, Guerrero.- Elementos del Ejército, policías federales y del estado impidieron que una marcha de comunitarios de Tixtla ingresara a la cabecera municipal de Chilpancingo para exigir la liberación de al menos 32 de sus compañeros detenidos el pasado miércoles, entre ellos Nestora Salgado García, coordinadora de seguridad en Olinalá.

Aproximadamente a las 9:00 horas de la entrada principal de Tixtla, salieron 50 integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) uniformados y con armas de fuego de bajo calibre en dirección hacia Chilpancingo.

La caminata inició sin ningún problema; sin embargo, al medio día, en las inmediaciones del cerro del Machohua, las unidades militares se apostaron sobre un carril de la carretera.

Más tarde llegaron 12 camionetas repletas de policías del estado y tres patrullas de la Policía Federal. También cuatro autobuses cargados con 200 policías antimotines que se colocaron a seis kilómetros de la salida oriente de Chilpancingo.

Ante el operativo, los hombres y mujeres con playeras y cachucha con las siglas de la CRAC optaron por regresar a Tixtla.

En tanto, en Ayutla de los Libres, policías comunitarios de la Casa de Justicia de El Paraíso, cerraron el ayuntamiento con candados, se llevaron vehículos oficiales, retuvieron a 12 policías y se llevaron a dos comandantes ministeriales, así como a un funcionario en protesta por la detención de sus compañeros del pasado miércoles.

En seguida colocaron unidades y bloquearon la carretera interestatal de Ayutla de los Libres-Cruz Grande.

Un trabajador del ayuntamiento aseguró a MILENIO que los comunitarios iban por el alcalde Severo Castro Godínez y el síndico, pero como no los encontraron se llevaron al director de Obras Púbicas y los comandantes de Delitos Sexuales de la PGJ, Gaspar Carachuri Salinas y Raúl Terán.