Feminismo: Mujeres en pie de lucha

El 8M ha tocado la conciencia de muchas mujeres y así han surgido colectivas en rincones de todo México.

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Muchas veces los gobiernos no saben qué hacer con las feministas. Gobiernos de derecha e izquierda lo encuentran problemático.
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Erika P. Bucio

CIUDAD DE MÉXICO.- En sus palabras traslucen la frustración y la resistencia ante una pandemia que interrumpió la conversación sobre las violencias contra las mujeres, puesta en el centro de la discusión nacional cuando, como una gigantesca ola morada, miles tomaron las calles el 8M de 2020. 

Después de casi 30 años desde el registro de los primeros feminicidios en Ciudad Juárez y de una lucha en distintos frentes, al fin se reconocía la gravedad de vivir en una cultura de violación y de muerte para las mujeres, cuando empezó la emergencia sanitaria. 

La ominosa estadística dimensiona el tamaño del agravio: diariamente son asesinadas más de 10 mujeres en México. 

Las feministas siguen trabajando, pero muchas veces sus demandas siguen cayendo en oídos sordos.

A pesar del Covid-19, las feministas han permanecido alertas y activas. Han salido a protestar contra la violencia, intervenido las calles, monumentos e instituciones de gobierno. Fue un hito la toma de la CNDH, algo que nadie esperaba. Las protestas contra la violencia hacia las mujeres han continuado en la periferia de la CDMX y en los estados, aunque hayan sido reprimidas a balazos como ocurrió en Cancún. 

Aquella histórica movilización del 8M, Día Internacional de la Mujer, tocó las conciencias de muchas mujeres, tanto que surgieron colectivas y grupos en municipios donde antes no los había. 

"Es un movimiento que está vivo y que la pandemia no lo ha detenido, simplemente le ha dado nuevas formas", dice Amneris Chaparro, investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) de la UNAM. Si se imaginó que la pandemia significaría un retroceso para el feminismo mexicano contemporáneo, por el contrario, le ha dado nuevos vuelcos.

Al inicio de la pandemia, sobre una imagen del 8M, enarbolaron con firmeza: "Las feministas no nos fuimos". La cantautora Vivir Quintana, cuya "Canción sin miedo" se volvió himno en las protestas, mira el movimiento vivo. "El impulso sigue, lo que pasa que como ahora no se está en la calle haciendo esta lucha, se cree que el movimiento está detenido o disuelto", expone. 

El movimiento feminista mexicano contemporáneo tomó por sorpresa primero las calles y después las redes sociales, corrobora Amneris Chaparro. Ambos son espacios altamente "masculinizados" que imponen reglas y restricciones a las mujeres. 

A pesar del Covid-19, las feministas han permanecido alertas y activas. Han salido a protestar contra la violencia, intervenido las calles, monumentos e instituciones de gobierno.

A pesar de la ciberviolencia en su contra, las voces feministas se han instalado en las redes, armado revoluciones con hashtags y denuncias públicas. Hacen llegar sus mensajes de manera directa, sin necesidad de intermediarios. Como en las calles, también ahí dejan su huella. Una forma de apropiarse del espacio digital.

A la vanguardia de la lucha feminista, hay una joven generación de mujeres, muchas de ellas universitarias, que también provienen de lugares muy precarizados, observa Amneris Chaparro.

"En países como el nuestro, en América Latina, encontramos un feminismo boyante, creativo, que está en las calles, un feminismo que está enojado con justa razón por tanta violencia en contra de las mujeres, y además son las mujeres las protagonistas de esta violencia, puede ser en la casa, las calles, en las universidades.

"Y eso es lo que le da una connotación muy importante al feminismo latinoamericano y en particular el feminismo mexicano, que son las condiciones de precarización económica, de violencia en distintos niveles, que hacen que haya un feminismo vivo", expone Chaparro, abocada a los estudios de género y feministas. 

Las Brujas del Mar, la colectiva feminista abolicionista de Veracruz, impulsora del Paro Nacional del 9M "Un día sin nosotras", se declara en resistencia. En estos meses de confinamiento, las defensoras de los derechos humanos, feministas y activistas han procurado hacerse de nuevas herramientas de articulación desde el espacio digital, dice su vocera Arussi Unda.

Las feministas siguen trabajando, pero muchas veces sus demandas siguen cayendo en oídos sordos. "Este Gobierno nunca ha reconocido la gravedad de las violencias hacia las mujeres", asegura la artista Lorena Wolffer. "No parece tener ningún interés en dialogar con nosotras, ni reconocer lo que nos está pasando".

Muchas veces los gobiernos no saben qué hacer con las feministas. Gobiernos de derecha e izquierda lo encuentran problemático. Una piedra en el zapato desde el siglo 18. "El feminismo siempre ha sido un movimiento incómodo y continúa incomodando", dice Amneris Chaparro. 

De Vivir sin Miedo a Alerta

El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) reportó que 2 mil 240 mujeres fueron asesinadas de enero a julio de 2020, 566 casos son investigados como feminicidios.

Podrían ser Claudia, Esther o Teresa, Ingrid, Fabiola o Valeria, aquellas que Vivir Quintana nombra en "Canción sin Miedo".

El CIEG de la UNAM documenta que en México una gran proporción de la violencia contra las mujeres es ejercida por sus parejas sentimentales: el 47 por ciento de las mujeres de 15 años y más ha padecido algún tipo de violencia (emocional, económica, física y sexual) a manos de su pareja.

Cuando el Presidente Andrés Manuel López Obrador negó en mayo pasado que la violencia doméstica contra las mujeres hubiera aumentado durante el confinamiento, la red de colectivos feministas Nosotras Tenemos Otros Datos le contestó con cifras: las llamadas de auxilio al 911 por violencia familiar eran de 155 por hora.

El confinamiento significó para las mujeres el regreso al espacio de la casa donde vive buena parte de sus agresores. La Red Nacional de Refugios brindó protección y acompañamiento a 23 mil 303 personas de marzo a julio de 2020, un 71 por ciento más que en ese periodo de 2019. El derrumbe del mito del hogar como el lugar más seguro.

La vocera de Las Brujas del Mar condena la inacción de las autoridades mientras se asesina y viola a las mujeres. Ve perdida la capacidad de asombro, ya no escandaliza que una mujer haya sido asesinada y su cuerpo aparezca en medios y redes sociales. "Si perdemos esa indignación, ese coraje y solamente la sacamos en una pancarta el 8 de marzo y el 9 ya estamos 'así es la vida' ¿qué nos espera?".

Razones hay para seguir protestando, resisten sacando fuerzas de quién sabe dónde. "Piensan que estamos locas, cuando están violando y asesinado a niñas y mujeres todos los días", dice Arussi Unda. 

Antes le emocionaba salir a marchar el 8 de marzo. "Ya no", ataja la vocera, asoma la frustración en su voz, admite que ha tenido un mal día. Miles de mujeres salieron a las calles y pareciera que ahí quedó, dice, en una foto de Instagram. "El 8 de marzo no es salir a tomarse una foto en el Zócalo vestida de morado en Instagram, no es una celebración, no es un carnaval".

El ánimo reaparece días después. Siempre sí saldrán el 8M, con sana distancia. En redes sociales circula la convocatoria para manifestarse en el puerto: "Jarochas en cadena contra la violencia machista". 

Se espera que grupos feministas estén otra vez en las calles este 8M. Quizá no las movilizaciones de los últimos años, matiza Amneris Chaparro, por la pandemia y el semáforo epidemiológico en la Ciudad de México, pero habrá otros espacios de intervención.

Las colectivas de hecho convocan este lunes 8 de marzo a las 14:00 horas a marchar del Monumento a la Revolución al Zócalo,  la ruta por donde miles marcharon en 2020.

El movimiento feminista mexicano contemporáneo tomó por sorpresa primero las calles y después las redes sociales, corrobora Amneris Chaparro. Ambos son espacios altamente "masculinizados" que imponen reglas y restricciones a las mujeres.

Ese otro espacio conquistado por las feministas, el digital, también será terreno para la protesta. Con la #Marcha Virtual 8M, se invita a publicar en los días previos fotos o videos en casa, vistiendo una prenda morada, como alistándose para marchar. Algunas de esas imágenes serán incluidas en el video "Alerta" que prepara Vivir Quintana con otras músicas para el 8M. 

La nueva canción, militante, busca concientizar sobre la violencia de género en el País para erradicarla. Retoma la consigna de la calle para la canción que estrenará de forma digital, en YouTube y Spotify: "Alerta, alerta seguimos pisando fuerte y ahora ninguna se queda atrás. Alerta, alerta". 

El movimiento feminista sigue y seguirá. "No es algo que tenga una fecha de expiración, lo poco o mucho que se ha ganado es un aliciente muy grande", sentencia Amneris Chaparro.

Feminismo en imágenes

Entre esas otras formas de activismo figura el proyecto artístico "Diarias Global" (diariasglobal.com) de la artista y activista cultural Lorena Wolffer donde muestra los "retos, dificultades y riesgos" que la contingencia sanitaria trajo a las mujeres.

Pidió compartir hasta cuatro fotos donde ellas mostraran las "situaciones, espacios, retos y relaciones" que han determinado sus vidas durante la emergencia.

Aquella histórica movilización del 8M, Día Internacional de la Mujer, tocó las conciencias de muchas mujeres, tanto que surgieron colectivas y grupos en municipios donde antes no los había.

Curó la exposición "Esta ciudad será de, con y para nosotras o no será" que documenta las distintas exigencias y denuncias de los movimientos y las colectivas feministas de los últimos cuatro años como una forma de mantener abierta la conversación interrumpida de manera abrupta por la pandemia.

Un ejercicio de memoria con fotografías de Cerrucha, Restauradoras con Glitter, Nirvana Paz, Yolanda Andrade y Sonia Madrigal, colgado en el Museo de Mujeres Artistas Mexicanas (museodemujeres.com), un proyecto independiente sin fines de lucro.  

"Creo en la micropolítica, en los cambios pequeños desde casa y los entornos inmediatos", sostiene Lorena Wolffer.  

Las protestas contra la violencia hacia las mujeres han continuado en la periferia de la CDMX y en los estados, aunque hayan sido reprimidas a balazos como ocurrió en Cancún.

La artista concibió y dirige el Laboratorio de Arte + Género (LAG) como una plataforma transfeminista donde se trabajará en proyectos que "visibilicen, enuncien y/o propongan" alternativas y soluciones a los problemas que las mujeres, los cuerpos feminizados y las comunidades LGBTQIA+ actualmente enfrentan.

Un proyecto articulado por FrentA MX en colaboración con el Colegio de San Ildefonso. Para inscribirse hay que escribir a: [email protected]

El feminismo me trajo paz: Vivir Quintana

A Vivir Quintana (Coahuila, 1985) la conciencia social le viene de sangre. Con unos padres aguerridos, ahora profesores jubilados, que iban a los ejidos a buscar a los niños que desertaban de la escuela porque ya no podían pagar el camión, les ofrecían su casa con tal de que terminaran la secundaria. 

"Aprendí eso, buscar que los demás tengan un poco de lo que yo tengo, del privilegio que puedo tener. Creo que de ahí nacen esas ganas de cantar estas cosas, de apoyar, de cantar", dice Quintana.

Lo que se escuchaba en su casa eran discos y casetes de Violeta Parra, Mercedes Sosa, Atahualpa Yupanqui y la trova latinoamericana como también las rancheras. 

Entiende la música como un medio de resistencia y pone su voz al servicio de la lucha. 

"Es un acto de rebeldía, de una digna rabia", asegura. Empezó en bares y camiones en Coahuila. Y vino a probar suerte a la CDMX, a su primera presentación en El Hijo del Cuervo, en Coyoacán, nadie fue a verla. Una época dura, pero no se rindió. 

La ominosa estadística dimensiona el tamaño del agravio: diariamente son asesinadas más de 10 mujeres en México.

Quintana se hizo feminista a raíz del feminicidio de una amiga, compañera en la universidad, cuyo nombre evita mencionar por respeto a su familia. Hasta entonces la palabra feminicidio no existía en su diccionario. Empezó a preguntarse sobre estos crímenes. Plasmó el dolor por la pérdida en "Canción sin miedo", una canción necesaria

Sus amigas fueron fundamentales en el proceso. Jugaban todas a UNO mientras bebían cerveza y empezaron a querer saber qué era ser feminista, acercaron una computadora y empezaron a hablar. Descubrieron que estaban tratando de ser feministas. 

Después de casi 30 años desde el registro de los primeros feminicidios en Ciudad Juárez y de una lucha en distintos frentes, al fin se reconocía la gravedad de vivir en una cultura de violación y de muerte para las mujeres, cuando empezó la pandemia.

"Un trabajo doloroso porque te das cuenta de todas las cosas que tenías ahí guardadas o permeadas en tu historia", dice la cantautora. "El feminismo trae unos frutos muy bellos, es una deconstrucción y reconstrucción propia, que te cambia y te hace un poco más feliz". 

O como le dijo una amiga: "El feminismo me trajo la paz".

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Este es un especial periodístico de Agencia Reforma, publicado originalmente el 6 de marzo de 2021.

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