Conoce al inventor de la tinta con que mancharán tu pulgar hoy
Filiberto Vázquez Dávila, un maestro de química orgánica del IPN, es el autor de la fórmula que se usa en cada proceso electoral.
Agencias
MÉXICO, DF.- Hay un elemento clave en las elecciones, específicamene, a la hora de votar: la tinta en el pulgar. Notimex publica la siguiente entrevista que realizó Jacqueline Ramos con el inventor de este elemento que brinda seguridad al proceso.
“Antes de ser tintero, soy maestro de química orgánica”, afirma Filiberto Vázquez Dávila, el inventor de la fórmula de la tinta indeleble que los mexicanos usan en cada proceso electoral, pero que también se utiliza en comicios de países de Centroamérica y El Caribe, por la seguridad y confiabilidad que ofrece.
“El que el tinte se realice en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) da confianza a los mexicanos, porque se trata de una institución de educación y su obligación es actuar de manera científica y correctamente”, expresa.
Y “vaya que el pigmentador tiene candados”, pues la fórmula no es la misma para cada proceso electoral. “La vamos cambiando con el mismo sistema de que sea indeleble en cuanto a que no se quite con nada, y vamos modificando la fórmula para identificar, en un momento dado, si la tinta que se usó es la nuestra o no”, enfatiza.
Para los comicios de este domingo la tinta será color marrón, ya que así la pidió el Instituto Nacional Electoral (INE), a fin de que no se identifique con ningún partido político, pues puede cambiar el color, según se solicite.
Con olor a vinagre, pero no tóxico, el líquido tarda 15 segundos en secar, y según la química de la piel de quien haya sido marcado, tarda dos, tres o cuatro días en borrarse.
El maestro en Ciencias expresa que la gente debe confiar en que el pigmentador de la piel que produce el IPN cumple con los requisitos y objetivos establecidos: que sea indeleble y que no se quite a propósito con nada.
“A la persona que se le marca el dedo, le dura todo el proceso electoral y no va a poder votar dos veces por ese simple hecho”, aclara.
Reconocimientos y premios
El académico del Instituto Politécnico Nacional (IPN) recibió a Notimex en el laboratorio de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas en el Casco de Santo Tomás, donde se produce la tinta que también se utiliza para espectáculos diversos como conciertos o cines, a fin de llevar un mejor control de la entrada y salida de personas.
Elaboración de la tinta indeleble en los laboratorio del Politécnico.
Sencillo, a pesar de sus múltiples reconocimientos, el profesor de química orgánica dice que se trata de su responsabilidad más importante, pero sabe del interés que despierta su invento que se usará este domingo para elegir a gobernadores, presidentes municipales, jefes delegacionales, legisladores locales y federales.
Su desarrollo ha permitido que su nombre quede plasmado en la obra Aportaciones Científicas y Humanísticas de México en el siglo XX del Fondo de Cultura Económica y le ha valido los premios Nacional de Ciencias y Artes 2001, Nacional de Química, Presea Lázaro Cárdenas, y el reconocimiento del Discovery Channel, entre muchos otros.
Del por qué nació el invento, Vázquez Dávila comenta que hace 50 años se estableció en la ley que a todos los votantes debería marcarseles el dedo pulgar, preferentemente el derecho, para identificar que ya habían sufragado.
Recuerda que durante algunos años se usó una tinta diferente, pero no servía porque siempre había forma de quitarla con sustancias del hogar, thinneres o productos que se adquieren fácilmente, por lo que había que hacer algo más específico y especial para las votaciones.
“A mí se me ocurrió crear un pigmentador de la piel. Es una fórmula que reacciona químicamente con la parte más externa de la piel, donde no hay terminaciones nerviosas y a ninguna persona se le va a causar ningún problema”, indica.
Enfatiza que la única forma de quitarse la sustancia “es quitándose la piel, con un pelapapas o, en su defecto, con la descamación natural, que tarda días, y que ha representado el éxito del sistema”.
Venta exclusiva
Vázquez Dávila señala que aunque el pigmentador no se vende exclusivamente para procesos electorales, tampoco se expende como artículo de mostrador. Se vende a través de convenios con instituciones, exclusivamente. “Como es un sistema de seguridad, le damos la seriedad que requiere para su uso”.
El usuario puede solicitar diferentes colores. “No todos. Sólo aquellos incluidos en la escala internacional Pantone, con pequeñas variaciones, ya que esto no es una tinta, es un pigmentador”.
La idea de crear este pigmentador surgió en 1993, cuando el entonces IFE lanzó una convocatoria para crear una tinta indeleble. “Nosotros concursamos y creo que fue la mejor, es la que se seleccionó y hasta entonces se usa”.
En el concurso participaron empresas nacionales y extranjeras. “Nosotros, humildemente, con un pomito concursamos, y vieron que era la única realmente indeleble, porque si alguien se pinta un dedo, hasta con jabón, tallándolo, se cae”, resaltó.
La fórmula, un secreto industrial
Hijo único “fui muy consentido” -confiesa- y padre de cinco, el académico dice que por razones circunstanciales se dedicó a hacer tintas para periódico, rotativas, de tal manera que ahí empezó a ver las diferencias entre lo que era una tinta y un pigmentador y cómo se fabricaban.
“Por razones de la convocatoria, me enteré que podía concursar y lo hice. Ha sido un acontecimiento, sencillo desde luego, pero muy útil para las elecciones”, el cual es un secreto industrial, por lo que no se puede patentar, porque si se hace, se tiene que dar a conocer la fórmula, explica.
“Además, en cada elección modificamos la fórmula, no tiene sentido. Tendríamos que patentarla varias veces al año. Lo que pasa es que yo ya me sé la manera de hacerla en distintas proporciones, que nos permiten cambiar con la garantía de obtener el mismo resultado”.
Feliz de trabajar en el laboratorio, no deja de pasar la oportunidad para señalar: “Yo, antes de ser tintero, soy maestro de química orgánica, se me ha reconocido, pienso yo, más de lo que merezco”, acepta.