Sobrevivió a la tormenta 'Polo' aferrado a una hielera

Raymundo Rodríguez sufrió quemaduras intensas al pasar una semana a la deriva; salió a pescar y una ola hundió su lancha.

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Raymundo se encontraba a seis millas náuticas del puerto de Acapulco, pero las autoridades lo estaban buscando más lejos. (Notimex)
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Agencias
ACAPULCO, Guerrero.- Con el rostro cansado y su cuerpo marcado por quemaduras debido a los fuertes rayos del sol, el pescador de 47 años Raymundo Rodríguez Noyola narró cómo sobrevivió durante una semana sobre una hielera tras el hundimiento de su lancha que cedió a los embates de la tormenta tropical Polo.

El pescador recordó, en entrevista con Notimex, la hazaña que le permitió sobrevivir, porque tenía fe en Dios y esperanza de lograrlo.

Señaló que tuvo que saciar su sed con sangre de aves y comer su carne, dijo que ahora “cree más en Dios porque él me salvó”, que nunca tuvo miedo durante su naufragio y una vez que se recupere de las quemaduras volverá a pescar.

“Yo tenía esperanza de vivir porque veía Acapulco cerquita, su reflejo me quedaba casi encima, yo dije: si vienen los fuertes vientos de lado sur o suroeste, me van a sacar a tierra”.

Hielera llena

Relató que el domingo 14 de septiembre salió a pescar con su capitán, Mario Morales Mayo, de 69 años de edad, a bordo de la lancha “Tiburonero III” rumbo al punto conocido como Santa Rosa.

No llevaron todo lo necesario en la embarcación, y según su capitán, la tormenta tropical Polo se alejaba hacia Manzanillo, por eso salieron a alta mar. A las diez de la mañana del día 15, luego de haber capturado más de 800 kilos de cazón, regresaban a Acapulco cuando de pronto una ola volcó la embarcación.

“Ahí quedamos, a seis millas del puerto, traíamos una hielera llena de cazón, la lancha venía pesada y se volteó por el oleaje”. En ese momento Raymundo preguntó a su capitán y amigo desde hace 16 años qué tenían que hacer... la respuesta que obtuvo fue: nada.

Ante esto no se desesperó, tomó una hielera y con una cubeta le sacó el agua, le puso un tapón de corcho y se metió en ella; su compañero nadó sin rumbo en medio del fuerte oleaje, por lo que Ramírez le insistió que entrara también en la hielera.

Aunque los dos intentaron permanecer a salvo dentro de la hielera, ésta se volteó y ambos pescadores estuvieron colgados; esperaron a que amaneciera porque ya era de noche y las olas estaban altas; cuando pudieron subir de nuevo, ofreció a su capitán carne de la que había consumido (la de las aves), pero se negó.

Perdió peso

No recuerda el día, pero dice que fue alrededor de las 13:00 horas cuando su amigo murió debido a la deshidratación, permanecía sentado dentro de la hielera y después lo amarró a la embarcación.

La tarde del lunes, Raymundo fue rescatado por los tripulantes del velero “U-Fin” a seis millas náuticas al suroeste de la Isla de la Roqueta, donde fue encontrado amarrado a una hielera con quemaduras de segundo grado y severa deshidratación, por lo que fue trasladado al hospital.

El pasado miércoles, alrededor de las 18:30 horas, Raymundo Rodríguez salió del hospital y fue trasladado a su domicilio en Acapulco, donde permanecerá todavía con medicamentos y en reposo debido a los kilos que perdió durante el naufragio.

Desde hace 18 años, el superviviente se dedica a la pesca, con lo poco que obtiene del mar mantiene a su familia, aunque que a veces le va mal.

Momentos de angustia

Acompañado de su madre Adelaida Noyola Candela y de sus dos hermanas, quienes se encargan de su recuperación, pidieron ayuda a las autoridades gubernamentales porque mientras esté en recuperación no podrá trabajar.

Doña Adelaida expresó que vivió momentos de angustia y desesperación porque a una semana su hijo seguía desaparecido; ella pedía el cuerpo o (de lo contrario) realizarían un entierro falso sino lo encontraban, pero por suerte el hombre sobrevivió.

Dicen que la búsqueda no fue la adecuada; sus hermanas señalan que a pesar de que respuesta obtenida por parte de autoridades fue inmediata, los buscaron a 30, 50 y 100 millas, cuando él se encontraba a 6 millas cerca de Acapulco, según refirió el náufrago.

Raymundo fue dado de alta el jueves del Hospital Naval. Los médicos le indicaron que su estado de salud es estable, pero le recomendaron mucho reposo, alimentarse bien, tomar abundantes líquidos, así como proteger sus quemaduras en la piel.

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