Ciudad de México.- Hoy celebramos el Día Mundial del Turismo, uno de los sectores con mayor crecimiento en los últimos años y cuya importancia reviste no sólo en lo económico, sino también en el valor social y cultural que contribuye al desarrollo de cada país.

Sin embargo, la celebración de este año llega en el peor momento que atraviesa la llamada industria sin chimeneas, debido a las restricciones a la movilidad para contener la pandemia del Covid-19, y por la reducción en el ingreso disponible y el gasto de las familias y empresas ante la recesión mundial.

 "Esta fecha es muy especial para el turismo y, pese a las circunstancias, debemos celebrarla con ánimo de esperanza", manifestó Miguel Torruco, titular de la Secretaría de Turismo (Sectur), durante una celebración conmemorativa del Día Mundial del Turismo este domingo.

No obstante, el funcionario también ha reconocido que, debido a la pandemia, el turismo enfrenta su peor año desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

En la ceremonia de este domingo, Braulio Arsuaga, presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), confirmó que el turismo enfrenta la crisis más grave de su historia, lo que ha eliminado cerca de un millón de empleos en el sector, de los 4.1 millones registrados hasta el año pasado.

▶️ Millones de familias mexicanas dependen del turismo para subsistir. En el Día Mundial del Turismo, te informamos sobre lo que el Senado está haciendo para reactivar este sector. pic.twitter.com/BUM34LN6GK

— Senado de México (@senadomexicano) September 27, 2020

Tras volver a invitar a Torruco a que abandere la iniciativa de la Alianza Nacional Emergente por el Turismo, Arsuaga llamó a las fuerzas políticas representadas en el Congreso para sacar adelante el paquete de medidas legislativas que entregaron desde abril, para mitigar la actual situación.

Entre ellas están: la deducibilidad de los viajes en el mercado interno; la ampliación de los beneficios de los fines de semana largos; la más estricta regulación en la prestación de servicios de alojamiento en viviendas particulares; y la deducibilidad del consumo en restaurantes.

Faltan medidas de apoyo

El órgano cúpula del sector empresarial turístico de México destaca que, de acuerdo con la Organización Mundial del Turismo (OMT), en otras naciones se tomaron medidas inéditas que apoyan al sector ante la profundidad de la crisis.

Por ejemplo, Costa Rica ha reprogramado todos los días festivos para propiciar fines de semana largos; mientras el gobierno de República Dominicana asumió durante algunos meses el pago de sueldos de una parte de la planta laboral del sector turístico, se ha hecho cargo del pago de seguro de gastos médicos de sus visitantes y ha asignado más de 7 millones de dólares para asegurar la disponibilidad de rutas aéreas estratégicas, además de diversas reducciones y facilidades de carácter fiscal para las empresas.

En Alemania, además de ayudar a capitalizar la aerolínea bandera, el gobierno autorizó la reducción en la tasa del IVA que aplica para restaurantes; en Italia se lanzaron bonos vacacionales que dotaron de créditos a las familias para sus viajes, deducibles de impuestos.

En México, hasta el momento, se ha puesto en marcha el programa de financiamiento Impulso + Hoteles, que consiste en el otorgamiento de crédito con cobertura nacional dirigido a las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMes) que estén integradas al sector de hoteles, moteles, posadas, empresas del sector transporte y agencias de viajes.

Los montos van desde 200 mil pesos hasta 30 millones de pesos o su equivalente en dólares; la tasa máxima llega a 13% o en dólares de 9%. El plazo de pago es a 60 meses incluyendo periodo de gracia de hasta seis meses para empezar a pagar.

A través de los años, el turismo se convirtió en prioridad nacional, cuya contribución fue de 8.7% del Producto Interno Bruto (PIB) el año pasado, casi el triple que la industria automotriz y el doble que el sistema financiero, de acuerdo con cifras del Inegi.

No obstante, desde finales del sexenio pasado, el turismo mexicano ya venía perdiendo fuerza y fue más evidente durante la actual administración, debido a la incertidumbre de las políticas gubernamentales, la desaceleración de la economía interna, la falta de promoción internacional, la pérdida del mercado norteamericano y la plaga del sargazo que afectó el caribe mexicano, de acuerdo con empresarios consultados por la Universidad Anáhuac y el CNET durante los primeros meses de 2020.