Agencias
MÉXICO, D.F.- Vecinos de Aragón se manifestaron durante la inauguración de la XIII de la edición de la Feria Internacional del Libro (FIL) de la Ciudad de México, encabezada por el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, en la plancha del Zócalo, según informó el sitio web de Milenio.

La FIL mantuvo su perfil polémico de los últimos días, luego de que un grupo de vecinos de la zona de Aragón se levantaron de sus asientos mientras comenzaba la participación de la secretaria de Cultural de GDF, Lucía García Noriega, para exigirle los recursos prometidos para la apertura del Faro de Aragón.

Cerca de 30 personas lograron ingresar al Foro “De los Carlos” para solicitar la liberación de recursos a fin de poner en funcionamiento el Faro de Aragón, que tendría como sede el antiguo Cine Corregidora.

La secretaria, a gritos, exigió a los manifestantes que se sentaran, al tiempo de señalar que los recursos no se habían entregado debido a que desde la Federación no se los había liberado; pasados unos minutos de tensión, volvió a tomar la palabra para destacar a la feria como una oportunidad de promoción del libro y la lectura.

Después de entregarle a Ana Clavel el Premio Iberoamericano de Novela “Elena Poniatowska”, por su título "Las ninfas a veces sonríen", el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, les garantizó que los recursos se les haría llegar, “es un compromiso que vamos a impulsar”, aseguró, para luego destacar que en la Ciudad de México existe un apoyo permanente a la cultura, a la “que vamos a seguir impulsando de manera decidida”, resaltó el titular del Ejecutivo local.

Unos jóvenes le gritaron al jefe de Gobierno “más educación, menos policías” durante su participación. Cuando ingresó a la carpa donde se llevó a cabo la ceremonia inaugural alguien más le gritó "fascista".

Mientras tanto en los pabellones, dispuestos para el encuentro editorial, había muchos espacios sin libros, porque apenas les estaba llegando el mobiliario para colocar los ejemplares –aun cuando se había prometido que para las 10:00 horas de este miércoles la feria estaría funcionando en su totalidad.

La Feria Internacional del Libro del Zócalo concluirá el próximo 27 de octubre; están representados más de 350 sellos editoriales y se contará con la participación de un centenar de escritores de diversos países, como el colombiano Santiago Gamboa, el paquistaní Tariq Alí o los mexicanos Élmer Mendoza y Paco Ignacio Taibo II.

Terminará dos días antes

La FIL concluirá el 25 de octubre, dos días antes de la fecha que estaba programada, confirmó el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera.

Originalmente, las autoridades capitalinas programaron esta feria para que iniciara el pasado 11 de octubre y concluyera el 20, sin embargo, debido a los centros de acopios instalados en el Zócalo de diversas dependencias federales y del GDF, determinaron posponer la inauguración.

El sábado pasado la Secretaría de Cultura del DF anunció que la FIL de la Ciudad de México se llevará a cabo del 16 al 27 de octubre.

Días después se dio a conocer una grabación en que presuntamente Paloma Saiz, directora editorial de la FIL, estaría presionando a editores para que se vayan antes del 27, ya que ese domingo Andrés Manuel López Obrador convocó a una concentración en la plancha del Zócalo.

Saiz es esposa del escritor Paco Taibo II, ambos son simpatizantes del Movimiento de Regeneración Nacional, liderado por Obrador.

Retiran parcialmente cerco policiaco

Por otro lado, el cerco que se mantenía desde el pasado 13 septiembre por la Policía Federal en el Zócalo capitalino, luego de retirar a los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), fue retirado parcialmente.

Las vallas metálicas todavía permanecen frente a Palacio Nacional y Catedral, así como 5 de mayo y Pino Suárez, donde se encuentran los centros de acopio de dependencias federales y que son custodiadas por elementos de la Policía Federal.

Los vehículos que circulan por la zona ya pueden acceder por 20 de noviembre pero solo en dirección hacia la calle República de Brasil. Algunos puntos son resguardados por policías capitalinos.