Silvia Rodríguez/Milenio
MÉXICO, D.F.- México es el tercer productor de joyería de plata en el mundo y uno de los más importantes de oro. Las entidades con mayor actividad en esta industria son Distrito Federal, Jalisco, Estado de México, Guerrero y Yucatán.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señala que en la industria joyera laboran aproximadamente 10 mil 500 personas, de las cuales 33 por ciento trabaja en talleres artesanales y son propietarios, familiares o personal no remunerado.

Los principales destinos de las exportaciones son Estados Unidos, América Latina y países de Medio Oriente, entre ellos India y Emiratos Árabes Unidos

Para 2015 el crecimiento esperado en la industria joyera es de 4 por ciento, arriba de las previsiones que se tienen para la economía, de un promedio de 3 por ciento, señaló Miguel Cotero, presidente de la Cámara de Joyería, en entrevista.

¿Qué representa y qué dimensión tiene la joyería para la economía?

Es una de las industrias que está creciendo de manera más importante, ya que la joyería  siempre está presente en todas las culturas. En México tiene un arraigo muy fuerte por cuestiones religiosas, además de culturales, y de ella dependen más de 40 mil familias.

¿Cómo enfrenta el sector la debilidad económica?

Cuando hay debilidad en el consumo la industria joyera se adapta y ofrece productos acordes con el poder adquisitivo de la población. En años anteriores, cuando el precio de los metales aumentó, y el año pasado, que estuvo deprimida la economía, se le ofreció a la gente un producto con menor peso y mayor diseño, así como artículos de plata, que es una materia prima mucho más accesible en el mercado.

Asimismo, se desarrolló una industria llamada de chapados o bisutería, que son metales comunes con un baño de oro; hemos trabajado mucho con el diseño, que es un elemento que nos ha ayudado a estar presente en el gusto de todo el público.

¿Cuál es el crecimiento del sector?

En 2014 cerramos con 4 por ciento, por arriba del desempeño del país. Esto se logró al darle al consumidor una diferenciación en productos, de acuerdo con el estrato social, así como por la estabilidad de los precios que presentaron los metales, que es nuestra materia prima.

También influyó que hemos trabajado muy fuerte en el rubro de exportaciones y en el aspecto del diseño. Gracias a eso ha crecido mucho el gusto por la joyería mexicana. Estados Unidos, nuestro principal consumidor, está respondiendo de manera favorable.

¿En qué otros países está presente la joyería mexicana?

La segunda región importante es Centroamérica -Guatemala, Honduras y El Salvador-; estamos vendiendo también en Colombia, Chile y Uruguay. Y en Asia, en India, Dubái y Emiratos Árabes.

Estas últimas zonas están creciendo mucho en el consumo de joyería de oro con una característica muy especial, ellos compran oro de 22 kilates, por lo que hay empresas que están adaptando sus procesos para vender esa joyería que está demandando el Cercano Oriente. Eso es algo que en el mediano plazo podrá hacer crecer más la joyería mexicana.

¿Qué tanto ha influido el control de calidad nacional?

En la Cámara de la Joyería hemos trabajado desde hace una década en cambiar la percepción de la calidad. Ciertamente algunas empresas estaban en esa ruta, pero desde hace diez años hemos llevado mejor tecnología; además, el tema del ingenio de los diseñadores ha sido un punto muy importante.

En temas de platería el país lleva la vanguardia en diseños y en moda. En la India lo que se está exportando piden que diga ‘Hecho en México’, eso ya lleva una garantía; se cambió la percepción de que la joyería mexicana carece de calidad, ahora la representa.

¿Qué es lo que más demandan los extranjeros?

Depende del mercado. En Estados Unidos piden mucha plata, en oro se exporta mucha medalla religiosa al mercado latino, y para el anglo, diseños vanguardistas. A la India y Dubái, joyería de oro principalmente; para Sudamérica, plata de muy buena calidad. Al considerar todas las regiones, lo que más se exporta es plata.

¿Qué impacto tienen en la joyería mexicana las importaciones de firmas internacionales?

Es un complemento. Hay mercado para todo. Las grandes firmas están presentes y en otras regiones complementan la oferta. Hay muchos estratos económicos dentro de un país y cada tipo de joyería tiene su propio nicho. En México la balanza comercial es de 10 a uno, pues por cada dólar que entra se exportan 10, por lo cual es muy superavitaria.

¿Cuál es el panorama para los próximos meses?

La joyería es un artículo de primera necesidad en diferentes momentos. Las personas no dejan de regalar algo, siempre que exista una petición de mano, una boda, un bautizo, una primera comunión, tendrá que haber una pieza de joyería, de oro, de plata, de latón, con baño de oro, como sea.

Es un producto que lo podríamos calificar de lujo o no necesario, pero cualquier mujer en la mañana se levanta, se viste, pero también piensa qué arete, qué cadena, qué joya se va a poner.

Para 2015 estamos previendo un crecimiento de 4 por ciento, igual que el año pasado; sin embargo, vamos a trabajar con ideas innovadoras, de exportación, de aumentar el consumo interno, de buscar nuevos nichos de mercado y con ello lograremos la meta y quizá un poquito más.

¿Cuáles serán las principales acciones para lograr ese crecimiento?

Capacitación en temas de productividad, de dirección, todo lo relacionado en cómo manejar el negocio de joyería, pero también en el diseño, pues el futuro de la industria depende de éste y de la innovación, por lo cual estamos trabajando muy fuerte. También en la exportación, para poner nuestros productos en cualquier vitrina y en cualquier mercado del mundo.